Nightbooks, es una película de terror sobrenatural estrenada en septiembre de este mismo año. Está producida principalmente por Sam Raimi, junto con Michelle Knudsen y Mason Novick a través de la empresa productora de cine: Ghost House Pictures. Fue dirigida por David Yarovesky y el guion fue elaborado por Mikki Daughtry y Tobias Iaconis, basándose en la novela de J.A. White. Protagonizada por Krysten Ritter como Natasha, Winslow Fegley como Alex y Lidya Jewett como Yazmin. La película fue concluida con una extensión de 120 minutos de duración y es distribuida dentro de la plataforma de streaming para películas y series Netflix.

Un niño obsesionado con los cuentos de terror llamado Alex, huye de su apartamento en Brooklyn al escuchar una discusión de sus padres sobre sus gustos particulares. Durante su escape, visualiza un apartamento abierto donde el televisor de su sala transmite su película de terror favorita. Una vez dentro, encuentra a un lado un trozo de pastel de calabaza que lo pone a dormir. Al despertar, se halla dentro de una habitación donde de repente aparece una malévola y estrambótica bruja, quien amenaza con matarlo si él no le es útil a ella. Alex confiesa que es un escritor de cuentos de miedo, lo cual agrada a la bruja, ahora deberá contarle un cuento cada noche sino quiere ser asesinado. En el apartamento donde se encuentra cautivo, conoce a una niña llamada Yazmin, la cual también está atrapada allí. Juntos elaborarán un plan para escapar de su captora si es que ella no se da cuenta de sus intenciones primero: ¿Lograrán ambos salir con vida?

A medida que iba viendo la película, la asimilé como una referencia al famoso cuento de hadas de los hermanos Grimm: Hansel y Gretel, y no estuve tan equivocado, pues la referencia viene con una sorpresa al final. El filme está bien elaborado, con una estética bastante llamativa asimilando otras películas del pasado y con una sugestiva poderosa hacia un mundo nuevo y fantástico.

Ya de por sí el tráiler llama la atención y siendo este el mes del terror, el equipo de producción no pudo esperar para estrenar esta película antes de pisar el mes de octubre. Es agradable ver a una persona con gran trayectoria trabajando en la producción, me refiero a Sam Raimi quien no has traído series y películas de fantasía y terror memorables como: Xena: Warrior Princess, la trilogía de Spiderman (con Tobey Maguire) y Evil Dead (2013), también trabajó como director de la tan esperada película de Marvel: Doctor Strange in the Multiverse of Madness, la cual se estrenará el próximo año. Es emocionante ver nuevamente un filme de terror infantil, un género que parecía extinto pero ahora está de vuelta para nuestro disfrute, y que hayan sabido manejar los elementos para hacerla tanto emocionante como espeluznante.

El elenco me pareció una joya, especialmente de la actriz Krysten Ritter como Natasha, la bruja, quien le dio ese toque de maldad combinada con gracia, con un vestuario estilístico que aunque no tenía ningún sentido de la moda, logró atraparme con su perversa personalidad. Pienso que se debió darle más desenvolvimiento al personaje de Kryten, ya que es una actriz muy versátil, pero este detalle no perturbó de ninguna manera el desarrollo de la trama tan bien construida.

Otra actuación que me gustó mucho fue la de Winslow Fegley, este pequeño de once años sabe cómo desenvolverse en un ambiente terrorífico, ya de por sí lo hemos visto destacarse en otra película de terror llamada: Come Play. Me identifiqué con el personaje, especialmente por ser un cuentista, con una imaginación y creatividad muy inusual en un niño de esa edad. Al final, junto con su amiga Yazmin, exponen una moraleja sobre el respeto mutuo hacia los demás y sus diferencias.

El estilo tiene la particularidad de ser adaptado a nuestra época, el cual contiene un vestuario que parece un paseo por el tiempo. Muchos de los elementos hacen que las personas se identifiquen un poco más con los personajes. Particularmente, tuve cierta afición por la villana; es decir, no podía odiarla a pesar de lo mala que era, debió ser la cautivadora actuación de Krysten.

Con una historia fantástica llena de terror, fantasía y un poco de humor, protagonizada por personajes creíbles que pueden causarte tanto gracia como perturbación, Nightbooks puede convertirse en la película de terror familiar más entretenida de este año. Es entretenimiento para toda la familia con una historia jocosa y una linda moraleja al final. Tenemos grandes actuaciones, una dirección impecable y una fotografía que es estéticamente tanto oscura como llamativa. Aunque haya partes que siento que fueron un relleno, no le baja puntos a su sustanciosa credibilidad, especialmente a la de sus personajes y la creación virtual del montaje. Les recomiendo verla si tienen el chance de hacerlo en compañía de su familia o solos.