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«Si quieres viajar hacia las estrellas, no busques compañía.»
«If you want to travel to the stars, don't look for company.»
— Heinrich Heine
E S P A Ñ O L
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¿Alguna vez has conocido a alguien cuerdo, que se deje llevar por la indiscutible posibilidad de su imaginación? Pues Arturo es ese individuo; que constantemente desarrolla un cambio de la percepción en general, pues en él, no existe un solo concepto, sino muchos, que se desarrollan y se diversifican según el túnel de la posibilidad a la que intenta penetrar. Y de ser correcta, mi querido amigo solo debe tomar una decisión, tan sencillo como masticar una goma de mascar.
Esta capacidad ha sido muy útil para resolver situaciones irresolutas, a mí me ha ayudado demasiado durante los primeros días en que arribé a Caracas, donde el caos y el crimen lentamente ascendían y la ciudad era cubierta por una lona de neblinas tenebrosas. Arturo vivía en un apartamento en el lado Este de la ciudad. Tenía veintiséis años y era más solitario que un guepardo sin manada. Usaba lentes sin aumentos, bastante modernos, al igual que su corte de cabello. Tenía los ojos adormecidos debido a la falta de exposición a la luz. Su piel también parecía carente de este elemento, pues era tan pálida como el papel.
La personalidad de Arturo era misteriosa e introvertida, y se aburría fácilmente ante los retos que se le presentaban, pues, debido a su poderosa agilidad mental, doblegaba cualquier incógnita acompañado de la razón y la lógica. Su habilidad llamó la atención de mucha gente, a los cuales, repelió bruscamente. Arturo no tenía un título universitario, no le gustaba la vida académica o aprender nuevas cosas, de hecho, los conocimientos nuevos venían a su mente como moscas a la carne fresca.
Varias veces he consultado sus habilidades, cuando me he encontrado perdido en una inmensa llanura de dudas. El sabor de los retos se bailaba feliz sobre el paladar de Arturo al explicarle la situación. Aunque no podía verlo vía telefónica, sabía que esbozaba una sonrisa de avidez y sus ojos resplandecían como una llamarada en la noche. Era muy temprano por la mañana ese día, sin embargo, mi querido y extraño amigo tomó el primer transporte que pudo para presentarse en el lugar donde me encontraba.
Mis compañeros de trabajo vislumbraron estupefactos a aquel muchacho con sandalias y pantalones de pijamas. Con los ojos lagañosos y el cabello desordenado, sosteniendo en una de sus manos un Nintendo Switch con un videojuego todavía activo. Tenía una de las esquinas de sus anteojos rota y el aliento de su boca expedía un aroma a refresco de cola. Era obvio que se había recién levantado de la cama, pues su suéter sin mangas estaba todo arrugado y oliendo a sábanas húmedas.
Me quedó más que claro que Arturo nunca dejaba buenas impresiones a la primera, pero eso no importaba con lo que podía hacer después. Era todo un prodigio para la resolución de los acertijos, destructor de la tortura de las adivinanzas y liquidador de los enigmas. Mis demás colegas oficiales miraban a Arturo con extrañeza mientras este intentaba terminar su videojuego, y mientras lo hacía, yo le hablaba explicándole la situación.
El caso que le exponía era uno de los más reflexivos con los que me he topado en mi vida, ya la mayoría de las personas estaban al tanto pues apareció en las noticias, incluso los detalles ya se habían distribuido. Se trataba de una chica que había sido supuestamente asesinada por su padre, y este luego de haber cometido su crimen se suicidó, pero antes de hacerlo, realizó varias cortaduras en el cuerpo de su hija intentando crear símbolos raros y desconocidos.
El acto ocurrió en la habitación de la víctima, las sábanas estaban rasgadas como si hubiera ocurrido una pelea bastante violenta, las almohadas escupidas con sangre y el colchón de la cama tirado a un lado. El suelo estaba recubierto con papeles de periódicos y plástico de tapiz, como si la chica se preparara para hacer algo. Al pie de una de las paredes había un montón de cristales rotos, pertenecientes a un espejo colgado.
Dentro del baño, el suelo de la ducha estaba inundando de agua; el agujero del drenaje estaba tapado, lo que se deduce que la chica tomó una ducha antes del acto. El lavamanos parecía normal, a excepción de una crema dental abierta sobre la llave y el gabinete del espejo de baño abierto. Dentro, había varios medicamentos para la mente; oxigenantes para el cerebro y varios relajantes musculares. Dentro de la casa no había un desorden singular al que tomarle mucha atención, pues todo parecía estar en completo orden.
La habitación del padre de la chica era lo más perturbador, pues allí encontramos fotografías entrecortadas de la víctima con una mujer, que suponemos es su madre. Parecía que el hombre tenía cierta aberración hacia aquella mujer, ya que en las fotos los ojos estaban picados y el rostro rayado, a excepción de una fotografía que encontramos en el armario del supuesto homicida.
Arturo, quien logró terminar su videojuego mientras caminaba por la sala del apartamento, observó cada uno de los detalles de la escena del crimen, y frunciendo el ceño en algunas escenas y riendo en otras, tomó un tiempo para meditar y se sentó en uno de los sofás con los ojos cerrados. Pasó una hora desde entonces, los demás investigadores lo miraron desconcertados y uno de ellos se le acercó, dándose cuenta al instante de que Arturo se había quedado dormido.
Suspiré, me acerqué a un metro de él y aplaudí cinco veces fuertemente. Arturo dio un sobresalto y miró a su alrededor.
— ¿Qué ha pasado con la escena del crimen? ¿Has descubierto algo por lo menos? —Le pregunté.
— ¡Ah claro, por supuesto! —Aseveró con seguridad —. Esto ha sido un suicidio doble; el hombre en realidad no mató a su hija.
Todos los presentes nos quedamos anonadados y nos miramos entre nosotros con aquel argumento, luego divisamos a Arturo nuevamente para que continuara con su explicación.
—Resulta que el padre de la chica ya la había encontrado muerta en su cuarto, pues la marca de sangre en el mango del cuchillo coincide y parece tener el mismo tiempo de expiración con la sangre derramada en el suelo, pueden verificar con un examen forense o haciendo simplemente un análisis de huellas digitales. El Padre jamás tomó el cuchillo, que supuestamente es la única arma homicida. La chica sufría de una depresión crónica, se puede deducir por los medicamentos en el gabinete de su baño. Las sábanas de su cama fueron rasgadas a propósito, posiblemente por el padre para qué pensáramos que hubo una pelea violenta por sobrevivir. Como pueden notar, las sábanas están desgarradas desde un bordes hacia el medio o hacia el otro borde, pero ninguna a partir del medio, ¿bastante raro no? La cama tirada a un lado, el espejo roto y los papeles regados también son obra del padre, quizás para darle más drama a la escena.
»El hombre se suicidó con una bolsa plástico cubriendo su rostro, una muerte terrible a mi parecer. Esta se notaba que era una familia con muchos traumas, con un padre controlador y una hija que solo quería librarse de él y volver a encontrarse con su madre, a la cual su padre detestaba. Estoy seguro de que la mujer también está muerta y la chica se enteró de la peor manera, nada me quita esa idea de la cabeza. El padre tenía miedo de que su hija cometiera suicidio; de solo pensar en esa idea se sentía asqueado, pero lastimosamente la chica se suicidó, luego él hizo que todo pareciera un homicidio violento creando esos extraños pero obvios detalles y luego suicidó, como dando entender su dolor y arrepentimiento.
Después de dar su aclaración, Arturo se echó a dormir de nuevo, yo sonreía mientras que mis compañeros no dejaron de sorprenderse. Corroboraron cada uno de las deducciones y señalamientos de Arturo y se dio cerrado el caso. Le agradecí a mi amigo por su colaboración una vez más, pero él como siempre, solo me respondió fríamente. Me miró esa tarde directo a los ojos y me dijo:
—Oye amigo, ha sido un placer. Estaré esperando la nueva edición del Nintendo Switch en mi casa.
FIN
E N G L I S H
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Have you ever met anyone sane, who is carried away by the indisputable possibility of his imagination? Well, Arturo is that individual; who constantly develops a change of perception in general, for in him, there is not just one concept, but many, which develop and diversify according to the tunnel of possibility he is trying to penetrate. And if it is correct, my dear friend only has to make a decision, as simple as chewing a piece of gum.
This ability has been very useful to solve irresolvable situations, it has helped me a lot during the first days I arrived in Caracas, where chaos and crime were slowly ascending and the city was covered by a canvas of gloomy fogs. Arturo lived in an apartment on the east side of the city. He was twenty-six years old and lonelier than a cheetah without a herd. He wore glasses without magnification, quite modern, as did his haircut. His eyes were numb due to lack of exposure to light. His skin also seemed devoid of this element, as it was as pale as paper.
Arturo's personality was mysterious and introverted, and he was easily bored by the challenges presented to him, for, due to his powerful mental agility, he would bend any unknown accompanied by reason and logic. His ability caught the attention of many people, whom he sharply repelled. Arturo did not have a university degree, he did not like academic life or learning new things, in fact, new knowledge came to his mind like flies to fresh meat.
Several times I consulted his skills, when I found myself lost in a vast plain of doubt. The taste of challenges danced happily on Arturo's palate as I explained the situation to him. Although I could not see him over the phone, I knew he was smiling greedily and his eyes glowed like a flare in the night. It was very early in the morning that day, yet my dear, strange friend took the first transportation he could to show up at my location.
My co-workers caught a stupefied glimpse of that boy in sandals and pajama pants. With lazy eyes and messy hair, holding in one of his hands a Nintendo Switch with a video game still active. He had one of the corners of his glasses broken and the breath from his mouth emitted a scent of cola. It was obvious that he had just gotten out of bed, as his sleeveless sweater was all wrinkled and smelling of damp sheets.
It was more than clear to me that Arturo never made a good first impression, but that didn't matter with what he could do next. He was a prodigy at solving riddles, a destroyer of riddle torture and a liquidator of enigmas. My other fellow officers looked at Arturo quizzically as he tried to finish his video game, and as he did, I talked to him, explaining the situation.
The case I was explaining to him was one of the most thoughtful I have ever come across in my life, most people were already aware of it as it appeared in the news, even the details had already been distributed. It was about a girl who had been allegedly murdered by her father, and this one after committing his crime committed suicide, but before doing so, he made several cuts on his daughter's body trying to create strange and unknown symbols.
The act occurred in the victim's room, the sheets were torn as if a rather violent fight had occurred, the pillows were spitted with blood and the mattress of the bed was thrown aside. The floor was covered with newspaper and plastic wallpaper, as if the girl was getting ready to do something. At the foot of one of the walls was a pile of broken glass, belonging to a hanging mirror.
Inside the bathroom, the shower floor was flooding with water; the drain hole was plugged, inferring that the girl took a shower before the act. The sink appeared normal, except for an open toothpaste over the faucet and the open bathroom mirror cabinet. Inside, there were several mind medications; brain oxygenators and various muscle relaxants. Inside the house there was no singular clutter to take much notice of, as everything seemed to be in complete order.
The room of the girl's father was the most disturbing, for there we found intercut photographs of the victim with a woman, presumed to be her mother. It seemed that the man had a certain aberration towards that woman, since in the photos the eyes were stung and the face was scratched, with the exception of a photograph we found in the closet of the alleged murderer.
Arturo, who managed to finish his video game while walking through the living room of the apartment, observed every detail of the crime scene, and frowning at some scenes and laughing at others, took some time to meditate and sat down on one of the sofas with his eyes closed. An hour passed since then, the other investigators looked at him puzzled and one of them approached him, realizing instantly that Arturo had fallen asleep.
I sighed, came within three feet of him and clapped my hands five times loudly. Arturo gave a start and looked around.
—What happened to the crime scene, did you discover anything at least? —I asked him.
—Oh yes, of course! —he said confidently. This was a double suicide; the man didn't actually kill his daughter.
All of us present were stunned and looked at each other with that argument, then we turned to Arturo again to continue with his explanation.
—It turns out that the girl's father had already found her dead in her room, because the blood mark on the handle of the knife matches and seems to have the same expiration time with the blood spilled on the floor, you can verify with a forensic examination or by simply doing a fingerprint analysis. The Father never picked up the knife, which is allegedly the only murder weapon. The girl suffered from chronic depression, one can deduce from the medications in her bathroom cabinet. The sheets on her bed were torn on purpose, possibly by the father so that we would think there was a violent struggle for survival. As you can see, the sheets are torn from one edge to the middle or the other edge, but none from the middle, pretty weird isn't it? The bed tossed to one side, the broken mirror and the scattered papers are also the work of the father, perhaps to add more drama to the scene.
»The man committed suicide with a plastic bag covering his face, a terrible death in my opinion. This was a family with a lot of trauma, with a controlling father and a daughter who just wanted to get rid of him and get back together with her mother, whom her father detested. I'm sure the woman is dead too and the girl found out in the worst way, nothing gets that idea out of my head. The father was afraid that his daughter would commit suicide; just thinking about that idea made him feel disgusted, but unfortunately the girl committed suicide, then he made everything look like a violent homicide by creating those strange but obvious details and then he committed suicide, as if giving an understanding of his pain and regret.
After giving his clarification, Arturo went back to sleep, I smiled while my companions did not cease to be surprised. They corroborated each one of Arturo's deductions and points and the case was closed. I thanked my friend for his collaboration once again, but he, as always, only answered me coldly. He looked me straight in the eye that afternoon and said:
—Hey buddy, it's been a pleasure. I'll be waiting for the new Nintendo Switch edition at my place.
THE END
Escrito por @universoperdido. 24 de Junio del 2021
Written by @universoperdido. June 24, 2021.
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