Un paseo por el parque
Imagen extraía de Pixabay (Reconocimientos a su autor)
Cuando se llega a cierta edad, los paseos por el parque se vuelven tan monótonos. Ves a las mismas personas, a las mismas horas y con los mismos acompañantes. Me resulta curioso que algunos lleven siempre la misma ropa y mismos sombreros; tal vez son trabajadores de la misma empresa para la que trabaja la jovencita que limpia y cocina en mi casa. Siempre llega temprano y prepara todo antes de que yo siquiera despierte, sin hacer ruido y sin molestar. Ella siempre tan puntual, tan atenta.
Imagen extraía de Pixabay (Reconocimientos a su autor)
Hoy me desperté con muchas ganas de comer algo dulce, pero la jovencita me recibió con un pan salado, jugo de naranja y una píldora. No sé para qué es la píldora de colores divididos, pero cuando la tomo, me siento un poco mejor, sin tantos dolores y sin tantos temblores. No siempre me despierto con esos temblores, pero cada día me levanto con un nuevo dolor, a veces en la cadera, a veces en el pie o la rodilla; la columna me duele todo el tiempo, pero la jovencita que limpia por aquí siempre me ayuda a ponerme de pie y a caminar.
Imagen extraía de Pixabay (Reconocimientos a su autor)
Con dificultad me acerco al armario, ayudándome con un bastón y la firme mano de la jovencita. Abro la puerta y me encuentro con esa ropa que no recuerdo cuando compré. Escojo la más bonita y se la entrego a la jovencita, la cual me asiste en la difícil tarea de vestirme. Para terminar, ella aprieta el bonito moño de mi corbatín y luego me toma de la mano para ponerme de pie. Con mucho cuidado me lleva hacia el umbral de mi habitación y entonces nos vamos al parque, justo cuando el sol alumbra la ventana. Ella siempre tan puntual, tan atenta.
Imagen extraía de Pixabay (Reconocimientos a su autor)
Al llegar, veo a la encantadora Rumilda, a mi amigo Roberto y a mi estimado Antonio. Todos están sentados en banquillos diferentes alrededor de la fuente decorativa del parque, junto a los jóvenes vestidos con la misma clase de ropa. Es un hermoso lugar, tranquilo y silencioso, pero faltan los niños, los adolescentes y los padres. No sé donde están, supongo que los niños y adolescentes estudiando y los padres trabajando. Cada día me siento a esperar a que aparezcan, pero nunca llegan, pues la jovencita me pide regresar a la casa antes de que caliente el sol. Mientras me preparo para volver, me despido de mis amigos, que me observan con cara de no conocerme, pero yo los conozco muy bien, recordaría esos cabellos blancos en cualquier parte.
Imagen extraía de Pixabay (Reconocimientos a su autor)
De regreso, me recuesto en un cómodo sofá y enciendo la radio, siempre las mismas canciones y las mismas noticias. Me quedo dormido hasta la hora del almuerzo, entonces me levanto y camino hacia la puerta, pero mi asistente me sorprende entrando a la habitación. Trae una bandeja brillante con mi ración del día. Ella siempre tan puntual, tan atenta.
Imagen extraía de Pixabay (Reconocimientos a su autor)
Después de comer, me recuesto en el sofá y vuelvo a quedarme dormido hasta la hora de la cena, pero planeo ir al baño antes de comer la acostumbrada ensalada de frutas que la jovencita siempre prepara. Mucho tiempo después, ella entra y me encuentra en el baño, sin poder levantarme, así que me asiste. Ella siempre tan puntual, tan atenta.
Imagen extraía de Pixabay (Reconocimientos a su autor)
Me preparo para dormir, con ayuda de la jovencita. Me veo al espejo y quedo algo confundido. No recuerdo en qué momento me volví tan viejo, tampoco recuerdo que tuviese tantas canas y estoy seguro de que mi nariz no era tan grande como lo es ahora. Mientras continuo apreciando mi demacrado rostro, recuerdo a mis hijos y a mis nietos, los cuales no vinieron hoy a la casa. Imagino que tendrán sus ocupaciones, así que planeo ir a visitarlos mañana en lugar de ir al parque. Sonrío espontáneamente ante la idea de volver a verlos, mañana será un gran día…
Imagen extraía de Pixabay (Reconocimientos a su autor)
Al día siguiente, escucho una música agradable que me hace voltear hacia mi radio. Está encendido, pero recuerdo haberlo apagado. Tal vez la jovencita llegó temprano y lo encendió, para que me despertase con buena música, así que me levanto. Hoy será un buen día, pues iré a visitar a mi familia, pero debo comer el desayuno que la jovencita me ha traído. Ella siempre tan puntual, tan atenta. Tras comer todo, le comento que deseo ir a visitar a mi familia, pero me recomienda ir al parque antes de hacerlo, para saludar a mis amigos y para que no se preocupen. Tomo aquella pastilla, me visto con la mejor ropa que tengo y camino hacia afuera con ayuda de la jovencita. Llegamos al parque en poco tiempo y ahí están mis amigos, aunque los noto cambiados, pero son ellos, recordaría esos cabellos blancos en cualquier parte.
Imagen extraía de Pixabay (Reconocimientos a su autor)
Ahí, sentado en uno de los banquillos del parque, observo a los ancianos y a los mismos uniformados que veo todos los días. Cuando se llega a cierta edad, los paseos por el parque se vuelven tan monótonos…
Bien amigos, espero que les haya gustado esta historia. Si les gustó, dejen su opinión en los comentarios. Pronto volveré a subir más historias, así que...
¡Hasta la próxima!
*****ENGLISH TRANSLATION*****
A walk in the park
Image extracted from Pixabay (Acknowledgments to the author)
When you reach a certain age, walks in the park become so monotonous. You see the same people, at the same times and with the same companions. I find it curious that some of them always wear the same clothes and the same hats; maybe they work for the same company that the young girl who cleans and cooks at my house works for. She always arrives early and prepares everything before I even wake up, without making noise and without disturbing. She is always so punctual, so attentive.
Image extracted from Pixabay (Acknowledgments to the author)
Today I woke up wanting to eat something sweet, but the young lady greeted me with some salty bread, orange juice and a pill. I don't know what the color split pill is for, but when I take it, I feel a little better, without so many aches and pains and without so many tremors. I don't always wake up with those tremors, but every day I wake up with a new pain, sometimes in my hip, sometimes in my foot or knee; my spine hurts all the time, but the young lady who cleans around here always helps me to stand up and walk.
Image extracted from Pixabay (Acknowledgments to the author)
With difficulty I approach the closet, helping myself with a cane and the firm hand of the young girl. I open the door and find the clothes I can't remember when I bought them. I choose the most beautiful one and hand it to the young girl, who assists me in the difficult task of getting dressed. To finish, she tightens the pretty bow on my tie and then takes me by the hand to stand up. She carefully leads me to the threshold of my room and then we go to the park, just as the sun shines through the window. She is always so punctual, so attentive.
Image extracted from Pixabay (Acknowledgments to the author)
As I arrive, I see the lovely Rumilda, my friend Roberto and my dear Antonio. They are all sitting on different benches around the decorative fountain in the park, together with young people dressed in the same kind of clothes. It is a beautiful place, calm and quiet, but the children, teenagers and parents are missing. I don't know where they are, I guess the children and teenagers studying and the parents working. Every day I sit and wait for them to show up, but they never arrive, as the young girl asks me to return to the house before the sun warms up. As I prepare to return, I say goodbye to my friends, who look at me with a face of not knowing me, but I know them very well, I would remember those white hairs anywhere.
Image extracted from Pixabay (Acknowledgments to the author)
On the way back, I lie down on a comfortable sofa and turn on the radio, always the same songs and the same news. I fall asleep until lunchtime, then I get up and walk to the door, but my assistant surprises me by entering the room. She brings a shiny tray with my ration for the day. She is always so punctual, so attentive.
Image extracted from Pixabay (Acknowledgments to the author)
After eating, I lie down on the couch and fall asleep again until dinner time, but I plan to go to the bathroom before eating the usual fruit salad that the young lady always prepares. A long time later, she comes in and finds me in the bathroom, unable to get up, so she assists me. She is always so punctual, so attentive.
Image extracted from Pixabay (Acknowledgments to the author)
I get ready for sleep, with the help of the young girl. I look in the mirror and I am a bit confused. I don't remember when I became so old, I don't remember having so many gray hairs and I'm sure my nose wasn't as big as it is now. As he continued to appreciate my haggard face, I remember my children and grandchildren, who didn't come to the house today. I imagine they will have their occupations, so I plan to go visit them tomorrow instead of going to the park. I smile spontaneously at the idea of seeing them again, tomorrow will be a great day....
Image extracted from Pixabay (Acknowledgments to the author)
The next day, I hear pleasant music that makes me turn to my radio. It's on, but I remember turning it off. Maybe the young lady came in early and turned it on, so that I would wake up to good music, so I get up. Today will be a good day, as I am going to visit my family, but I must eat the breakfast the young lady has brought me. She is always so punctual, so attentive. After eating everything, I tell her that I want to go to visit my family, but she recommends me to go to the park before I do it, to greet my friends so they don't worry. I take that pill, get dressed in the best clothes I have and walk outside with the young lady's help. We arrive at the park in no time and there are my friends, although I see them a little different, but it's them, I would remember those white hairs anywhere.
Image extracted from Pixabay (Acknowledgments to the author)
There, sitting on one of the park benches, I watch the elderly and the same uniformed people I see every day. When you reach a certain age, walks in the park become so monotonous....
Well friends, I hope you liked this story. If you liked it, leave your opinion in the comments. I'll be uploading more stories again soon, so....
See you next time!
Traducido con DeepL
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