Un cambio posible

Escuchamos constantemente que debemos mejorar nuestros hábitos de salud, de vida, pero siempre tenemos prioridades u ocupaciones que nos hacen tener menos tiempo cada día, la clave necesaria es planificarnos y mentalizar la idea de que “un cambio es posible”.

Por ejemplo, si comenzamos a caminar como rutina, nos sentiremos mejor, el contacto con la libertad, el aire, podremos disfrutar de los pasos, de cada imagen mientras hacemos ese paseo que nos ayudará, es ideal colocar una hora específica, tener ganas y compañía porque en equipo es mejor resistir en las adversidades.

Para mentalizarnos a un cambio posible debemos buscar espacio de cumplir con esa meta propuesta, no apresurarnos, entender que puede ser paso a paso, que al principio quizá sea fuerte pero que con el tiempo iremos mejorando.

Muy parecido a una terapia de movimiento, el éxito en esos casos es la constancia, así debe ser, movimientos lentos pero sin desistir en lo que se propone, el ritmo lo adoptamos con los pasos, despacio iremos retomando la normalidad de los movimientos.

Es vital mentalizarnos en lograr los objetivos, en vernos vencer a través de la motivación, esto nos hará ir materializando ese cambio posible en nuestro cuerpo, en nuestra mente, justo como cuando queremos llegar a una cima y subimos paso a paso una escalera empinada.

Lo cierto es que para ver cambios debemos iniciar de forma positiva, considerando que transformarnos implica más que un logro inmediato, es una posibilidad de mejorar que queremos alcanzar paulatinamente y que debemos convencernos en lograr.