Es verdad que vivimos de manera acelerada, a veces no nos damos cuenta de cuando el tiempo va pasando, y en la actualidad vivimos en medio de una cuarentena que parece interminable, parece que todo se hace más lento o más deprisa, realmente el tiempo es un jugador astuto en estos días.
Quizás somos marionetas que estamos atadas a los hilos del destino, pero puede suceder que inesperadamente tengamos un nuevo despertar. No debemos sentirnos más, debemos tener estímulos en el pensamiento positivo.
El tiempo no pasa en vano, al ver las fotos del pasado podemos ver cuánto hemos cambiado, quizá con nostalgias abracemos los corazones de nuestros hermanos. El tiempo nos va dejando marcas del camino, pero también acumulamos momentos que se hacen recuerdos inolvidables.
Lo cierto es que somos guerreros del camino pero nunca estamos preparados, inesperadamente las cosas pueden cambiar, quizá en algún momento tengamos la ruta indicada. Por ahora sólo debemos insistir, seguir confiados en el futuro, esa es la verdad.
Mientras la humanidad supera está dura prueba pandémica debemos ir aprendiendo quiénes somos, e igual a dónde vamos. El equipaje no debe ser mucho, no debe pesar, pero si nos debe permitir estar preparados para marcharnos y para volver cuando el tiempo nos traiga de vuelta.
Inesperadamente la vida puede cambiar en un instante, la ruta puede girar sin darnos cuenta, e incluso las esperanzas pueden mudarse a diferentes corazones. Es importante aferrarse a la fe, a la posibilidad de superarnos cada mañana.
Debemos estar preparados, mantener la fe y mantener la calma porque lo seguro es que en el Cosmos infinito de Dios todo pasa, hasta las cosas que han sucedido de manera inesperada, todo se supera, todo es nuevo cuando comenzamos la esperanza de avanzar.
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Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.
