Todos tenemos esas personas especiales que llegan a nuestra vida con amor, algunas nos acompañan toda la vida, otras están por momentos perfectos, a algunas queremos tenerlas siempre, son esas personas que nos salvan, que nos hacen mejor.
Quizá son amigos, hermanos, un amor, pero son cada uno lazos incomparables de amor. Un complemento en alguna actividad, el ser que nos hace sentir completos, aun cuando ya no está deja su huella en la eternidad.
Esas personas al despedirse dejan en nosotros las más suaves notas del recuerdo en su amor. Podemos recordar cada detalle con igual dulzura como si en el presente no tuvieran ninguna premura.
Aunque el conticinio de la noche a veces nos encuentre sin sueño, alguna palabra de aliento nos acerca a la reflexión. Esas personas son compañía, son comprensión, parte de nuestra familia y de ser quienes somos hoy.
Es agradable reconocer a esos amores, a esos afectos, es agradable saber que existen las personas mágicas, saber que tienen ese efecto, se quedan, nos acompañan en nuestra misión. Son nuestro mundo, son el amor.
Algunas personas nos salvan porque aprendemos de ellas, aprendemos que la vida siempre es más. Nos salvan porque su existencia da sentido a nuestra vida, esto bien lo puede argumentar una madre con su hijo, o el padre que lucha por su familia cuidar.
Esas personas son las que queremos conservar, nuestra familia, el hogar, esas son las personas por las que vale la pena luchar. Esas que valen la pena cada segundo, en la que cada sonrisa puede la vida entera girar.
Somos muy afortunados por compartir la vida con esos ángeles de bondad. Y aunque en el conticinio a veces podamos escuchar el silencio de la soledad, junto a los que amamos siempre encontramos magia, amor y más.
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Imágenes propias. Fotografía central regalo de @blogueando. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.
