Todos tenemos modelos a seguir, es lógico, hay personas a quienes admiramos y a quienes nos gustaría emular con nuestras acciones para poder de alguna manera lograr lo que ellos han podido lograr, todos tenemos nuestros ejemplos, es una realidad. Incluso esas personas que nos sirven como ejemplo a nosotros mismos tienen sus respectivas personalidades que admiran, es lógico, pero ¿realmente está bien compararnos?
Hay una gran diferencia entre tener esa persona que admiramos como modelo a seguir, pero lo otro muy distinto es compararnos, ya que al hacerlo podríamos dejar de resaltar nuestros avances e incluso llegar a menospreciarlos. Eso sí que está muy mal, porque al hacerlo podemos repercutir negativamente en la valoración que tenemos de nosotros mismos y ser esto una manera de auto-limitarnos.
Así que es bueno tener personas a las que admiremos, pero debemos siempre recordar que hay realidades particulares que podrían facilitar el hecho de que alguien avance mucho más rápido en diversas áreas y otros no, me gustaría conversar al respecto.
Cada período de tiempo tiene sus particularidades
Cuando analizamos la vida y el progreso de alguien a quien admiramos, no podemos sólo centrarnos en las acciones que el ejecuta, porque si bien es cierto que cada uno de nosotros pone su mayor esfuerzo la mayoría de las veces, también hay una realidad social y económica que puede facilitar o complicar la evolución y el progreso de alguien. Es evidente que si alguien desea crear un gran negocio y el país en el que vive está pasando por una gran crisis económica, a pesar de que las necesidades de todo estarán aumentadas y esto es la puerta (la crisis) para la creación de negocios, también es muy cierto que en muchos aspectos se complica todo.
Así que lo más probable es que en un país en el que las leyes favorezcan la creación de empresas y además este país no esté en un proceso histórico de crisis, será menos complicado lograr evolucionar en este aspecto que si vivieras en un país que esté sumergido en una gran depresión económica.
Personalidad, habilidades y capacidades
Otro aspecto que considero necesario evaluar es que cada uno de nosotros es un ser único, con características particulares, y que aun cuando nos podamos parecer a alguien, nunca seremos iguales a otra persona. Tienen que ver en nuestras características nuestros padres y lo que de ellos heredamos, lo que nos enseñaron en el proceso de crecimiento, entre muchas cosas más.
Serán estos factores también determinantes en nuestros éxitos, así que definitivamente no está bien compararse, porque aparte del contexto, también están otros factores que de alguna manera se prestan al crecimiento y otros que de alguna manera limitan, así que no te compares más que contigo mismo, es mi mensaje final.
Valora lo que tenías y eras el año pasado en esta misma fecha, contempla tus logros, tus avances, y si, está bien es bueno tener esas figuras como referentes, pero nuestra competencia principal debe ser con nosotros mismos.
Me despido, hasta una próxima oportunidad.
