Para muchos la pedofilia es un trastorno mental, que está relacionado directamente con las emociones de la persona y que cambia continuamente la percepción humana del ambiente en el cual se desarrolla el individuo. Es posible que al momento de evaluar el comportamiento de un sujeto con ciertas situaciones relacionadas directamente con su persona, nos encontremos con diferentes reacciones para un mismo caso, esto se debe a una alteración psicosomática por parte del individuo que se encuentra sumergido en el problema. Aquellos que aún no están muy familiarizados con la pedofilia, les definiré la palabra; esto se trata de “una condición neuronal, que hace del sujeto que la padece sienta atracción sexual por infantes, siento la edad promedio de menores abusados de 6-13 años”.
Así como hemos evolucionado para bien, socialmente hablando, también se ha perdido muchas cosas positivas de la humanidad; para mí la pedofilia no es una condición, ni un trastorno, simplemente es una decisión, es decir, toda persona tiene en sus manos decidir si comienza a ser un pedófilo o renuncia de la idea y ayuda a la sociedad a salir de estos problemas. Está bien que se alegue que aquellas personas que son pedófilas, tienen ciertos trastornos mentales, porque realmente hay que ser algo chiflado para desear sexualmente a un infante, pero no por ello tienen que esconderse detrás de sus problemas mentales para cometer un abuso. La humanidad necesita un avance que desplome las estadísticas negativas, hablando de los aspectos psicosociales, es por ello que se debe atacar directamente este problema; todo está en los papeles, solo basta investigar un poco y ver la cantidad de abusos a menores que sucede cada años a nivel mundial o si quieres llevarlo a un nivel más real, busca las estadísticas mensuales de estos casos y veras cuan mal esta la sociedad.
Los pedófilos invaden nuestro mundo y ni tú, ni yo, estamos haciendo algo para cambiar esto, pero te invito que a partir de hoy comencemos a concientizar y tratar de revertir toda estadística negativa que este dañando nuestra sociedad. Los buenos somos más y eso me consta, por eso no podemos hacernos a un lado y dar paso a unas personas perversas, que puedan acabar con todas las cosas buenas que hemos hecho hasta ahora como humanidad. Créeme estos problemas sociales son más dañino de lo que tú crees, podría asegurar que es más dañino que la droga y quizás te preguntarás ¿Por qué dices esto? Pero cuando una persona es abusada en su infancia, crece con un rencor y una raíz de odio hacia la sociedad, que si no se trata a tiempo, estaremos ante el próximo delincuente, terrorista o solo un resentido social que espera por el momento en el cual la sociedad recibirá su “merecido”.
Ahora bien, como exprese en el título de este artículo, la pedofilia es un mundo paralelo entre la mente y el cuerpo, ya que al momento que un sujeto siente deseo sexual por un infante, depende de él llevar a cabo este deseo, es decir, cometer con su cuerpo dicho abuso, primeramente sucede una serie de procesos mentales que lo llevan a ejecutar la acción, pero todo esto sucede paralelamente. Si toda persona hiciese al instante todo lo que se le pasara por su mente, te aseguro que viviríamos envueltos en un caos total, por eso tenemos la dicha de ser la única especie que razona para luego actuar, es allí donde está la clave de cada problema en este mundo, si toda persona pensara un poco más en sus acciones, se resolverán muchos problemas sociales a nivel mundial; si cambias tu mente… puedes cambiar al mundo.