En un post anterior aprendí que la luz es primordial para una buena foto. En este post me aventuré un poco y les hablaré de
mi experiencia tomando fotografías en un día nublado.
En varios artículos que encontré en internet indicaban que las mejores fotos son tomadas en días nublados y que sería una buena idea que las nubes fueran la protagonista, pero yo, un poco rebelde al respecto, me fui a un parque y tomé fotos de los árboles.
El resultado: unas fotografías un tanto frías y opacas. Las fotos no resultaron coloridas y se nota que el día estaba nublado.
Aprendí que la próxima vez, el tiempo de exposición – obturador de mi cámara debe ser más prolongado y aumentaré el ISO para que la cámara recoja más luz.
Al ser novata, leo algunos artículos, salgo y tomo fotos; entonces regreso comparo la información con mis fotos y descubro el error. Todo un aprendizaje “ensayo y error”.
Fuente: Fotografía esencial