Mar de Agonía
Entre las olas del mar se despide el suave aliento del mediodía, chocando entre ellas reflejando aquellos suaves destellos dorados y las pinceladas del atardecer junto al muelle, dejando al descubierto la línea del horizonte.
Allí está ella, acariciando las orillas de la madera con sus pies y tomando los bordes de su vestido, dejando suspiros mientras el sudor corre por sus mejillas con sus ojos llenos de nostalgia.
El dorado sol va desapareciendo despacio, y una bandada de pájaros anuncia la llegada de la noche, el vestido floreado cae dejando al descubierto el cuerpo delicado, tiritando un poco de frío. La madera cruje por el impulso del salto y rompe las olas del mar dejándose caer hasta el fondo. Trata de no respirar sosteniendo el aire en sus mejillas, dejándose guiar por la desarticulada marcha de su cuerpo en lo profundo del mar. Disfrutando del silencio, cerró sus ojos para sumergirse n sus pensamientos, unos últimos segundos con las piernas entreabiertas y sus delirios, abrió sus labios suavemente para esperar con agonía el momento de su muerte.
El agua salada del mar corre hacía sus pulmones, y el caldo de la noche se consume en las profundidades del mar, esperando al día siguiente para
volver a destellar como de costumbre.
Sea of Agony
Between the waves of the sea, the soft breath of midday bids farewell, crashing between them reflecting those soft golden sparkles and the brushstrokes of the sunset by the pier, exposing the horizon line.
There she is, caressing the edges of the wood with her feet and picking at the edges of her dress, letting out sighs as sweat runs down her cheeks with eyes filled with longing.
The golden sun gradually disappears, and a flock of birds announces the arrival of night, the flowered dress falls, exposing the delicate body, shivering a little with cold. The wood creaks from the momentum of the jump and breaks the waves of the sea, falling to the bottom. She tries not to breathe, holding the air in her cheeks, letting herself be guided by the disjointed march of her body towards the depths of the sea. Enjoying the silence, she closed her eyes to immerse herself in her thoughts, a few last seconds with her legs ajar and her delusions, she opened her lips softly to wait in agony for the moment of her death.
The salt water of the sea rushes into his lungs, and the broth of the night is consumed in the depths of the sea, waiting for the next day to flash again as usual.