Aroma y Sabor …

¡Hola amigos! Como siempre, para mí es todo un gusto poder saludarles y tener la oportunidad de desearle un buen día, durante el cual, se sientan acompañados por la alegría y el entusiasmo como fuente de energía para emprender todas las actividades que demande su día.

El día de hoy, quisiera compartir con Ustedes, estas imágenes de la hermosa y aromática Albahaca Blanca (Ocimum basilicum) que, con paciencia y curiosidad, he estado acompañando en su crecimiento.

Verla crecer, a partir de unas semillas que nos envió una de mis hermanas, que vive en mi querida ciudad de Mérida, ha sido una tarea diaria que estoy disfrutando muchísimo. Es verdaderamente gratificante poder acompañar en su crecimiento a estas bondadosas plantas que, al visitarles y dispensarles unos pocos cuidados como puede ser su riego, lo agradecen impregnando el ambiente con su delicioso y provocativo aroma.

He podido presenciar su evolución, a partir del momento que comenzaron a verse sus primeros brotes entre el homogéneo marrón terroso que se fue pintando de puntos verdes anunciando las sorpresas que venían en camino: esos tallos adornados de estas perfumadas hojas que invitan a imaginarlas en alguna de nuestras preparaciones; ¿quién sabe? ¿Salsa, ensalada o guiso? Aún no lo decido. Y, es que, después de acompañarla en su crecimiento, sigo esperando por más desarrollo antes de quitar sus hojas.

Quizás espere un poco más antes de retirar sus hojas más antiguas. Es algo que debo hacer, según algunas recomendaciones que he leído, antes de que inicie su floración y así consumirlas frescas o seca. Quienes las cultivan para comercializarlas, las cosechan justo después de la floración, cortando sus ramas. Pero, como deseo conservar la planta y, si es posible, poder obtener las semillas que, ¡confío!, me pueda regalar esta preciosa planta.

¡Espero poder comentarles qué otros regalos nos tendrá la Albahaca blanca.

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