Reflexiones desgarradoras XLIV.

XLIV

El buen rollo abunda, o por lo menos lo intenta, pero no siempre es real, no siempre es auténtico. Existe mucho buen rollo encubierto de envidia.

Envidia presente allá por donde te muevas, es un sentimiento inherente a la humanidad, no nos gusta pero estamos condenados a vivir bajo sus designios, se podría decir que nos somete.

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Somete al poderoso y libera al que nada posee, de esta forma vivirán bien la mayor parte de las personas y solo una minoría vivirá bajo un mandato. ¿Acaso no es lo más lógico? ¿Por qué debe estar la mayoría bajo las órdenes de una inmensa minoría? Pongamos cada cosa en su lugar y tiempo.

Tiempo de reflexión, de ordenar mis ideas, de darle una vuelta de tuerca a todo y reflexionar acerca del sentido de todo lo que aquí digo, que no es, ni más ni menos, que lo primero que pasa por mi cabeza de forma desordenada y repleta de incoherencias.

Vivimos en una continua incoherencia, lo que para uno es positivo, para otros no lo es. A veces no entiendo cómo pueden existir tantas visiones acerca de lo que puede ser bueno o malo para nosotros y cómo pueden estar unas tan alejadas de otras. La vida está compuesta por pensamientos extremos.

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