Cuando asisto a la erupción volcánica de La Palma siento que da igual la evolución y las tecnologías, pasarán miles de años y el hombre sucumbirá a la naturaleza sin remedio, somos una mota de polvo en el universo y vamos a la deriva a la espera de un accidente que acabe con nuestros miedos y sueños de un plumazo. Hace años el volcán Eyjafjallajökull en Islandia colapsó Europa por vía aérea, su nube de ceniza hizo impracticable el tráfico aéreo ¿imaginan miles de volcanes a la vez en todo el mundo? ¿Dónde nos meteríamos? ¿A dónde huiríamos? ¿Barco y a permanecer en Alta Mar? En la Palma los vecinos han tenido que huir de sus hogares y miran la evolución de las erupciones y la lengua de lava para saber si estarán seguros esa noche en otras zonas de la isla, aterrador si lo ves desde fuera, no quiero imaginar ser habitante de la isla.
Las erupciones fueron intensas los primeros días, después parece que se mantuvieron estables y en las últimas horas se está volviendo más violento, los expertos aseguran que quedan millones de metros cúbicos de magma por salir a la superficie, la lava avanza hacia el mar lenta pero segura a más de mil grados de temperatura y está transformando la isla dividiéndola por lenguas de lavas de más de 10 metros de altura que forman muros naturales imposibles de cruzar. Decían que la velocidad de desplazamiento de la lengua de lava al mar comenzó siendo de unos 700 metros a la hora, ahora apenas avanza un metro a la hora y sigue ralentizándose, la explicación fue sencilla, al salir del volcán está candente y muy liquida, según avanza y se aleja de la zona de erupción se va enfriando y endureciendo por lo que sólo el empuje del nuevo material de magma que emerge es la que empuja su avance, es pura física, apasionante y aterrador a la vez.
A todos los efectos devastadores que produce a su camino como las casas que está devorando y tragando como si fueran hormigas hay que sumar el tremendo efecto que producirá cuando en unos días alcance el mar, aconsejo a quien quiera documentarse ponga videos que se están grabando con drones del avance de la erupción y de la lava, ya ha llegado a piscinas y aljibes produciendo el mismo efecto en miniatura que desarrollará en el mar, los gases tóxicos serán la gran preocupación pero la nube de vapor que levantará a miles de metros de altura colapsará los cielos, la ceniza que no ha levantado el volcán lo hará el mar en contacto con la lava y volverá a cubrir la isla nuevamente con otra capa.
El gobierno deberá hacer lo que un seguro no puede, ya sabemos que las catástrofes naturales no se cubren en las pólizas pero miles de ciudadanos no tienen nada ahora mismo, sus hogares son ceniza y sus pertenencias historia ¿Qué será de ellos? Jamás me planteé que cuantía corresponde cuando se declara como zona catastrófica una zona del país y llegan ayudas, los expertos aseguran que por donde pasó la lava no se podrá volver a construir por lo que no solo perdieron casas, también un terreno urbanizable que ahora pasará a ser inerte y declarado peligroso, una ruina en resumen.
Quedan días de pesadillas, quedan propiedades que perder y terrenos por enterrar, no se cuentan vidas afortunadamente pero la situación es complicada, no soy de rezar pero a veces una ayuda divina sería bienvenida.