SER MÁS CRISTIANO

Luego de un instante de silencio, el hombre barbudo pronuncia otras palabras: Veo que esa pregunta sobre mi hablar, está influenciada por la llenura del ego que hay en ti. El ego? De qué habla ud? Sí, tu orgullo ha arropado tanto tu ser, que sin darte cuenta influye hasta en las conversaciones más simples que pueda darse entre tú y otra persona… Un ejemplo de esto, es esa pregunta que en su profundidad, deja ver como si es un juicio que hago sobre ti y como una forma de protegerte actúas atacándome como si el tema fuese mis errores y no los tuyos…
Es necesario que sepas, ninguno de nosotros es libre de los errores o de las tentaciones que nos llevan a los errores, pues; el único quien fue completamente santo y libre de errores dijo: quien esté libre de pecados, arroje la primera piedra… Con esto, lo dijo todo; nadie es libre del error. En ese sentido, tanto tu como yo; estamos llenos de debilidades, pero si nos atrevemos a seguir al cordero inmolado, podemos ser transformados y todo pasa por el no juzgar a otros por sus errores o lo que yo prefiero llamar “Debilidades”, ya que ese otro al que juzgamos, lleva su propia cruz y como nosotros, él también nos juzgará… Exactamente, por ello lo digo, si otro me juzga, por qué yo no lo puedo hacer? Dice el muchacho…
Jajajaja jajajaja jajajaja… Clarooooo que sí puedes hacerlo, recuerda que tienes libertad de hacer lo que te plazca… Ahora bien, de qué te sirve hacer mal por mal? Acaso, crees que la ley del ojo por ojo es lo que mejor resultado trae para la humanidad? Sí, yo creo que es lo que debe ser, porque yo no soy más estúpido que aquel quien me ha hecho daño…
Bueno, ya veo que eres un muchacho como el común de las personas que habitan esta tierra… Voy a tratar de explicarte el asunto un poco más… En la antigüedad, esa era la ley; hacer mal a quien ha hecho mal, sin embargo, con la llegada del Hijo del Hombre, se nos ha enseñado que actuar ojo por ojo no es lo que se bebe hacer, pues; lo que se desea realmente es misericordia… Es decir, la misericordia con aquel quien nos hace daño y perdonar hasta 70 veces siete a quien se atreva hacernos mal…
Me perdona, pero ud como que lo que está es loco, como es posible que tenga misericordia y perdonar así, luego que alguien me ha hecho daño, eso nadie lo puede hacer… Te equivocas, dijo el viejo con aquella voz sublime y llena de autoridad, pero sin alterar la voz… Ese tono sublime y lleno de templanza, que hacía retumbar las fibras de quien lo atendía. La sensación, era como si en el interior del muchacho, corría algo que hacía estremecer su cuerpo y no tenía ninguna explicación de lo que sucedía, pero aun así, continuaba su debate…
Te equivocas… La razón por la cual te equivocas, se debe a tu influenciado estado por el orgullo… No reconoces al que todo lo puede, aquel que se encarga de lo imposible… Y te debo decir, ese hombre que vino hace tiempo, logró perdonar de esa manera que para ti suena increíble… Fíjate, él mismo dijo: de que vale amar al que te ama? Mas si amas al que te aborrece, mayor será tu galardón… Es decir, tú quieres ser mejor que yo, mejor que tus padres o mejor que otra persona, tu orgullo debe comprender que amar al prójimo es el inicio de todo y amar al prójimo, implica de por sí, amar al que te ha hecho daño…
Es más, puedo decirte que ese hombre al que he hecho referencia, rompió todo pensamiento como el tuyo, ya que ni siquiera tomo parte del rango que merecía dentro de la tierra, sino, que para mostrar total humillación a quien lo envió, se hizo llamar: el Hijo del Hombre, pudiendo llamarse de otra forma… Pero, con este nombre, ni siquiera daba pie a ofender al prójimo, sino que se hizo uno igual a otro y sufrió los maltratos de los demás y aun así, perdonó y perdonó más de 70 veces 7…..
Aja, eso lo sé… Pero, él era Dios mismo según he oído, yo no soy ese hombre ni soy Dios.. Solo soy un hombre más y no puedo hacer eso que él ha hecho… mmmmmmm… Bueno, en realidad; tú no eres Dios, en eso estoy totalmente de acuerdo contigo. Sin embargo, sí eres un hijo del mismo que mandó a Jesucristo… Ahora, si eres hijo de Dios, hermano de Jesús; crees que no puedes hacer cosas similares? En ese caso, difiero contigo, ya que soy de los que creen en lo dicho por Jesús: Cosas mayores que yo harán…
Con todo respeto que se merece, yo no estoy convencido de poder hacer lo que hizo Él y mucho menos hacer cosas más grandes… Ese es un asunto que debes tomar en cuenta por ti solo dice el anciano… Mientras sus gruesas manos le daban un apretón en el hombro, como cuando un Padre lo hace a un hijo cuando transmite un mensaje de confianza solo con el gesto de tocarlo… Para el muchacho, fue un toque con el Amor de un Padre hacía su hijo, ya que de forma increíble, vio como sus ojos transmitían ese sentimiento que no se describe con las palabras…
Para hacer ese tipo de cosas, no basta con asistir solo los domingos a la iglesia… Pues, debes buscar del Reino de Dios y considero que un paso importante para esto, es aplicar lo dicho por Jesús: Tienes que nacer de nuevo… En este caso, ese nacimiento tiene que ser como debes imaginarlo, en lo espiritual… Con el nuevo nacimiento, es cuando das un paso en firme para alcanzar las mayores cosas de las que te puedas imaginar… Si no ocurre este nuevo nacimiento, no podrás recibir el Reino de Dios como un niño. La inocencia, ingenuidad y honestidad que un niño tiene, es la actitud con la que podemos recibir lo que Dios puede emanar para nosotros… Y eso es a lo que se refiere el nuevo nacimiento…
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CONTINUARÁ…
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Fuente

Para ver la parte anterior: Parte II

“Los ropavejeros somos constructores, no destructores”

TOM ROPAVEJERO
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