Crepúsculo paranormal | De visita en el ambiente de las sombras

crepusculoparanormal.png
ParallelVision | Pixabay

Comencé pensando que las advertencias de mi madre eran sólo un intento de alejarme de aquél lugar. Siempre me interesó la idea de recorrer lugares muy diferentes a los normales. A la cotidianidad de todos los días. Algo en mi subconsciente me inclinaba hacia visitar ese lugar, supuestamente prohibido para los mortales, totalmente accesible para la inmortalidad. Después de todo sería el lugar donde los muertos descansan, y si así lo están, ¿qué peligro podría haber?

Los recuerdos de mi infancia se me venían a la mente al pasar cerca de ese lugar. Mi padre siempre pasaba por allí con su coche al llevarme a las prácticas de fútbol. No era muy bueno, es más, me decían "Shimmy pata de palo". Es gracioso pero no jugaba muy bien que digamos. Sólo iba para hacer amigos y por el otro lado, despreocupar a mi padre de no meterme en cosas raras. Parecía un trato justo, ¿verdad? Lo raro vendría de otra forma.

Muchas de las veces que pasamos por el costado de ese cementerio veíamos algunas luces blancas resplandecer frente a nuestros ojos. Siempre se me dijo que sólo era un reflejo y hasta un buen tiempo me lo creí. Pero conversándolo con mis amigos compartimos la misma experiencia. Dudaban que sea algo normal, sino algo del otro mundo. Lo veníamos discutiendo mucho hasta que lo decidimos. Iríamos a explorar el lugar y encontrar respuestas a nuestra curiosidad, que por un momento fue total incomodidad.

Entre nosotros nos molestábamos por ver quién era el más cobarde. Sorprendentemente, todos empatamos. Si hablamos de cobardía, nunca podríamos haber decidido visitar ese lugar. Eramos un grupo de adolescentes y faltaba un mayor que nos guíe. El problema era que nuestros padres se oponían a nuestra aventura por ese terrorífico lugar. Mucho menos sería probable que acepten que vayamos al anochecer cuando la luna llena se mostraba furiosa y desprenda de sí al llamado de las sombras, si las hubiera. Claro que la mayoría de los padres eran totalmente excepticos pero eso no nos iba a detener. Logramos convencer al hermano mayor de uno de nuestros amigos y decidimos por fin ir a explorar el cementerio con la necesidad de no ir a las prácticas de fútbol. Era un total compromiso. Faltar a la práctica y a su vez lograr que no se enteren que habíamos ido de visita al ambiente de las sombras. Lugar donde el descanso eterno se podría convertir en el terror en todo su esplendor. Aún así, iríamos a encontrar las respuestas que por mucho tiempo tuvimos en duda.

Como siempre, hay uno que se lleva el equipaje como para hacer un picnic. Uno de nuestros amigos llevaba cosas para registrar los posibles eventos que se sucedan a lo largo de nuestra travesía. Otro logró conseguir herramientas que nos podrían servir de mucho. Y el último, comida como para tres meses en un bunker en plena guerra nuclear. Sin más, decidimos entrar por las rejas que rodeaban el cementerio. Un cementerio prácticamente olvidado, casi en ruinas, que había sido descuidado por mucho tiempo junto a quienes perecían allí.

tombstone-703900_640.jpg
cocoparisienne | Pixabay

Al pisar ese lugar sentimos como nuestros cuerpos recibían una energía oscura. Es decir, sentíamos cierto temor, miedo, incluso pánico de que se nos aparezca frente a nuestros ojos algo que no pertenezca a este mundo. Y no es para menos, el ambiente estaba dado bajo esas circunstancias. Podíamos ver que estaba lleno de lápidas en las que se podía leer el nombre de personas que habían fallecido hace muchos años. Pensar que esa persona, ahora un esqueleto inanimado, había tenido vida y emociones que la definían. Era mejor reflexionarlo en casa por lo que seguimos explorando el lugar. Uno de mis amigos vió ese reflejo que veíamos yendo por la carretera pero de cerca era muy distinto. Era una luz que se suspendía y cambiaba de forma hasta desintegrarse. Luego aparecía mucho más lejos de donde estaba. Supuse que nos mostraría un camino y lo seguimos.

Al llegar a ese otro lugar vimos que habían varios árboles donde estaban unos cuervos que no se cansaban de alertarnos sobre los posibles eventos paranormales. En realidad alentaban a que algo malo sucediera. Claro está, nuestros ojos y entrañas serían su plato favorito. De pronto frente al atardecer anaranjado se suspendían sombras que nos rodeaban y provocaban en nuestro corazón un latido sobrenatural. ¿Estábamos en problemas? Seguramente sí. Cuando quisimos escapar del lugar habíamos dado un paso en falso cayendo a unas fosas que allí habían sido construídas y estaban a la total intemperie sin signos de precaución. Yo había caído junto a un amigo y él me lanzó con mucha fuerza hacia la superficie en busca de ayuda. El tiempo transcurría, la noche caía y la desesperación avasallaba mi aliento. Pude escapar y contarle a mi padre quién se encargó de llamar a la policía.

Al llegar al lugar las fosas ya no estaban. Juré que era el mismo lugar en donde vi por última vez a mis amigos pero ya no se veía tal como lo vi la última vez. Sólo había pasto crecido y la humedad que desprendía una noche totalmente a oscuras. Unas linternas y la luna eran nuestras únicas guías frente a la penumbra. Nunca más hemos sabido de ellos. La tierra se los había absorbido y comprendí que las palabras de alerta de mi madre, eran una total verdad.

Ya hace 11 años que han desaparecido y aún no se encuentra explicación alguna. Por más que lo desee, jamás volverá a ser todo como antes. No sé si seguirán extraviados, vivos o muertos. Lo cierto es que aún los espero con ansias de poder estar unidos como alguna vez lo fué.

Ban.png



Si llegaste hasta aquí y te gustó mi publicación, te invito a valorarme de la forma que desees. Puedes seguirme en Twitter como también ingresar a mi comunidad paranormal:
La Hermandad Kyteler

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
6 Comments
Ecency