Disparos en primera persona | Relato corto |

    El torneo será pronto, me siento lleno de júbilo porque sé que nuestros rivales ya no tienen oportunidad de ganar. Sí, en mi sangre corre una sensación que antes jamás viví, no sé bien como explicarlo. En contexto, los vídeojuegos son mi vida, han sido la parte más importante de toda mi vida. Mis mejores momentos los tuve con un control o un teclado en mis manos. Algunos podrán decir que es fácil, pero se equivocan, esto requiere de habilidad; cualquiera puede jugar; jugar bien es otra historia. Los que son realmente buenos, como yo, terminan por profesionalizarse, no nos conformamos con ser llamados pros por niños rata, no, esto es más que solo un pasatiempo, aquí se trata de lana, de reconocimiento, de gloria. La gloría del campeonato que nos espera, me espera; este es el momento, ¡mi momento! Solo queda esperar. Jugaremos, y ganaremos. Ellos, sin su mejor miembro, no son nada. Menos que nada.

Disparos en primera persona.png

Fotografía original de Pexels | MART PRODUCTION

    Sí, sí, el talento es natural; sin embargo hay que practicarlo a diario, porque de lo contrario el talento terminará por secarse, como una planta; además no basta con solo ser talentoso, también hay que tener en cuenta la disciplina y, por sobre todo, estudiar al rival. Siempre estudiamos a los rivales, yo más que ninguno. Y es por que eso que me desesperé tanto al estudiarla a ella; sin dudas, nunca había visto a nadie con tanta habilidad, era algo descojonante.

    Al principio me asustó un poco, era realmente buena. No buena como un cumplido vago, sino buena en verdad, probablemente era la mejor jugadora que vi en FPS. Le faltaba práctica en esports, y definitivamente los MMORPG no eran lo suyo; los FPS, por otro lado, dios mío, en los FPS era una cosa de otro mundo. No tendríamos oportunidad, por muy bueno sea yo y mi equipo, ella sola podría haberse cargado su equipo al hombro y salir victoriosa.

    ¿Qué iba a hacer? Los videojuegos son mi vida, ¡mi vida! No podía dejar que esa perra me arrebatara todo. Agoté todas las opciones, lo juro; intenté mejorar, intenté encontrar alguna falencia en ella, incluso se lo advertí, le advertí que se alejara, por su bien ¡Y no me hizo caso! Ahora, quiero creer que esto es como un videojuego, pero los ruidos fueron reales, los gritos, las marcas de uñas en mi rostro, la sangre, todo es real... oh, y el hedor, la muerte tiene un aroma muy particular, como una peste que, a pesar de que apesta, resulta soportable, y hasta logras ignorarla cuando se impregna en tus fosas nasales. En los videojuegos nunca hay hedor después de una muerte; todo es más limpio.

    Tuve que hacerlo. Al menos ahora tenemos oportunidad de ganar. No, ganaremos; ahora sí ganaremos sin importar qué más pase. Llamé a los muchachos para avisarles de las buenas nuevas, todos se vieron un poco sorprendidos, no quisieron creerme hasta que les envié el vídeo en casa de la perra, uno de ellos no me creyó incluso después de eso, así que tuve que enviarle un vídeo del desastre. Supongo que, después de mostrársela tirada en un charco de sangre con la garganta rajada, despejé sus dudas.

 

XXX

¡Gracias por leerme!

 

Separador Hive Linea roja y negro.png

Esta historia está inspirada en el caso de Ingrid Oliveira Buena da Silva, aka Sol, asesinada a manos de Guilherme Alves Costa.

Separador Hive Linea roja y negro.png

Últimos cuentos/relatos:

Separador Hive Linea roja y negro.png

Medallas banner 3.png

Banner HIVE.png

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
6 Comments
Ecency