Lucy se levantó súbitamente; estaba sudorosa, temblaba, le dolia el estómago y su corazón estaba acelerado.
Eran las 11:00 p.m. y solo dos horas antes se había acostado tranquilamente como todas sus noches anteriores; nada especial había ocurrido aquel día, como para tener esos síntomas.
Cómo pudo, camino al cuarto de su madre y le dijo:
-Mamaita, toma mi tensión, siente mis latidos- llevando con sus palabras las manos de su progenitora, contra su pecho.
La madre inmediatamente se asusto al sentir sus pulsaciones y comenzó a interrogarla: *-¿Que te sientes?, ¿Por qué estás así?-* mientras limpiaba su sudor y la sentaba en la cama.
Lucy, que jamás había presentado sintomas parecido, negaba con su cabeza saber de dónde provenían esas expresiones malignas.
Con un tono entrecortado producto del dolor y con sus manos aprisionando dónde era el origen, comenzó a decir
-El seguro está pago- - En mi closet, las claves de los bancos- - Marlene me debe un dinero, le cobras-
Mientras sostenía su estómago, se limpiaba el sudor y sus ojos se llenaban de lágrimas.
Su madre con aquella angustia, camino en el cuarto, rebuscaba una pastilla sin éxito alguno, y le decía - *Saca esos pensamientos de tu mente- - ¿A dónde iremos a esta hora?- - ¿Qué podemos hacer?-*
La chica intento sin éxito levantarse y cayó en la cama tendida. Sentía que se dormía, que escuchaba de lejos, que el dolor se iba, cuando de repente:
Sonó una flatulencia ensordecedora que retumbó en todo el cuarto y que duró varios segundos.
Seguidamente el olor fue penetrante pero Lucy, se curo milagrosamente.
El túnel, no era tal túnel, la muerte no era tal muerte, el dolor acabó y esa noche solo pudieron reírse y volver a dormir plácidamente, para luego reírse de la situación vivida.
Está presentación es la primera que hago al escribir en esta comunidad y
¡Con un sketch!
Gracias por la oportunidad, espero seguir participando y conociendo de este interesante mundo de la literatura.
Texto completamente de mi autoría con nombres ficticios.