“La vida no es color rosa, pero tampoco tiene por qué ser negra.”
Arreciaba el calor y el sol quemaba su delicada piel. Su barriga hacía ruidos por el hambre, pero estaba segura de que su hermano resolvería, como efectivamente lo venía haciendo sin importar lo que tuviera que hacer.
Hacía meses que habían huido de su casa hacia un país vecino, lo más lejos posible de sus padres; y ahora Ernesto era el único responsable por el cuidado de su pequeña hermana Samanta. Nada fácil había sido tomar la decisión de irse y menos fácil era ganarse la vida para sustentarse ambos. Sin embargo, no lo dudó ni un segundo y jamás se arrepentiría de haberlo hecho.
“Tranquila Samy, papá nunca más volverá a tocarte. Si nos hubiésemos quedado, lo habría matado”.
veac140920
¡Sé un Kyteler!
CONCURSO DE MICRORRELATOS DE MONSTER-ONE
Escribir un microrrelato de máximo 120 palabras acorde a la imagen (propiedad de monster-one).