Taxidermia. Microrrelato para el Mes de concursos de microrrelato de terror de @Hispapro (con patrocinio de @Fuerza-hispana)



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Cada convocatoria de @hispapro que veía cerrarse era una pequeña espina clavada en mi corazón. Si hay un género que me apasiona, es el de terror. Muchas veces lo he comentado: construir pesadillas es un trabajo sobre elementos oscuros de nuestra psicología, y, definitivamente, mueve las fuerzas creativas en el trabajo de los miedos. De alguna manera, cuando creamos obras de terror, somos niños tratando de conjurar las pesadillas, desapareciendo las manos que salen de debajo de la cama o cerrando la puerta a los monstruos del closet.
La ficción que he creado como mi primera participación en el concurso del Mes de concursos de microrrelato de terror (¡Vea las bases aquí y participe!), promovido y patrocinado por @hispapro y @fuerza-hispana, toca terrores muy presentes para mí.
Agradezco a la comunidad de Literatos por alojar mi post.
Es horrible, pero espero que lo disfruten.

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Taxidermia

Desde niña sirvo al doctor. Apenas aprendí a suturar, comencé en el taller de taxidermia y, cuando el negocio decayó, en la morgue.
Valentina, esposa del doctor, murió anteayer. Increíble. Era buena enfermera. Me quería.
Hoy ayudo al doctor a trabajar en ella.

Toda la mañana acarreo cosas desde el taller… la mayoría demasiado ruinosas, pero me callo. La ira del doctor es temible.
Sostengo las apolilladas alas de buitre, mientras él fija los anclajes a las costillas. Ahora es mi turno: doy bellas puntadas.
Creo que Valentina quedó hermosa. El doctor llora.

Entonces, ella abre los ojos y sonríe.

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Gracias por la compañía. Bienvenidos siempre.

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