Fuente
A mi hermana Aracelis, cuya recuperación del Covid 19 ongo en manos de Dios
En el momento que no veo la salida porque todo es oscuridad llegas Tú ofreciéndome paz y claridad.
La tormenta arrastra todo
pero Tú limpias el lodo.
No hay poder más grande
contigo nunca pasaré hambre,
al contrario, se acaban mis pesares y me alimento de tus manjares.
Siempre estaré satisfecha
tendré cobija, amor y techo con orgullo.
Saco el pecho grito tu nombre.
En el presente y en la historia
viviremos en tu gloria.
Mi Señor y Redentor
siempre serás mi salvación.