El Gran árbol y el abuelo||Concurso de escritura creativa de la Freewritehouse

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Isaías, es un niño vivaz, extrovertido y muy alegre, tiene 12 años, le encanta jugar al fútbol, es buen estudiante pero sobre todo le gusta investigar cosas, tiene un lugar preferido dónde hace sus tareas, juega, pinta y lee, es debajo de las grandes y frondosas ramas del Gran árbol, nombre secreto que le dieron su abuelo y él.

Hace 1 año que el abuelo murió, le heredó sus libros, pinturas y herramientas, pero algo muy preciado para Isaías, es una carta y el mapa de un tesoro escondido en el Gran árbol.


La carta

Amado nieto Isaías.

Algún día tendré que marcharme a descansar de tanto trabajo, ya mis manos están cansadas y mis ojos casi no ven, las fuerzas se me están acabando. Te escribo esta carta porque aún cuando me vaya, metafóricamente quiero seguir jugando contigo, eres mi mejor amigo, y me gustaría verte crecer y convertirte un hombre de bien, pero ya me alcanzaron los años en los que mi mente está fallando y olvido las cosas, así que te escribo esta carta mientras aún tengo fuerzas y como un niño, mi imaginación vuela cuál cometa en el cielo; leerás esta carta cuando me haya ido.

De vez en cuando, deberás sentarte debajo de el Gran árbol y estudiar una cualidad de la humanidad, debes hacerlo mientras exploras, escarbas, recoges frutos y hojas secas, te encontrarás con un mundo de animalitos, respeta sus vidas y observarlos; en algunas estaciones el árbol te dará sus frutos, disfruta el sabor, la textura el color de sus frutos y mientras lo haces, medita de dónde vino todo aquello, pero algo importante que no debes olvidar, es compartir el fruto con amigos y extraños.

La tarea emocionante que te dejo es encontrar en cada punto del árbol, su tronco, sus ramas, sus frutos, la brisa que suavemente lo recorre, el brillo del sol en sus hojas, los nidos de los pajaritos que vivan en sus ramas, las nubes que dibujen formas sobre su copa, los rayos del sol que se cuelan entre sus hojas, las gotas de lluvia o del rocío que recojan sus hojas, en todo lo que puedas debes descubrir una hermosa virtud o cualidad del ser humano, para ello, tienes que ser observador, mirar más allá de lo evidente y meditar.

Conocerás muchas personas en las que descubrirás estás cualidades, desearas que sean tus amigos, solo cuando estés seguro de haber encontrado la cualidad descrita en el mapa del tesoro, escribirás sobre ella y la persona en quien la descubriste.

Isaías, el secreto está en que tú mismo debes cultivar, abonar y cuidar estás cualidades, pero para ello necesitarás una en especial, la paciencia, está será como el agua con la que te riegues a ti mismo.

Pasarán algunos años hasta que logres completar el mapa del tesoro, pero no desesperes.

Tu abuelo, que te ama.
(Fin de la carta)


Isaías había pasado los primeros 11 años de su vida con sus padres y su amado abuelo, nunca olvidaría las veces que leyeron juntos cuentos e historias sobre viajes fantásticos y mundos maravillosos; construyeron barcos, trenes, hicieron cuidades de juguetes, todo debajo de el Gran árbol, que según su abuelo lo había sembrado él mismo cuando tan solo era un niño.

Hoy, cuando se levantó, había una especie de revuelo en casa, habían venido sus familiares tías, tíos y primos, además estaban unos trabajadores con unas motosierras, ¡iban a cortar el Gran árbol! por su mente, pasaron los gratos y buenos recuerdos con su abuelo debajo del Gran árbol.

Habían comenzado a discutir sobre la parrillera y mini-piscina que construirían allí, solo su padre se oponía a aquella idea.

En medio de aquella confusión dónde todos hablaban y exponían sus argumentos, la tristeza y el llanto se apoderaron de él, sintió correr por sus mejillas, lágrimas parecidas a las que había derramado cuando despidió a su abuelo, tenía un nudo en la garganta que no lo dejaba hablar, recordó la carta y el mapa del tesoro y los ratos que pasaba cumpliendo la emocionante tarea que le había encomendado su abuelo.

No, no podía permitir que lo cortaran, no sin antes escucharlo, así que corrió a su cuarto tomó el altavoz dañando y desesperadamente trató hacer que funcionará pero no lo logró.

Frustrado, tomó la carta y el mapa del tesoro, corrió a toda prisa y se trepó en la rama dónde solía hacerlo, y con voz decidida pero temblorosa por el llanto, trato de llamar la atención, por fin cuando todos se quedaron callados, leyó con profundo sentimiento la carta que le dejó su abuelo, al terminar de leer miró todos los rostros mojados por el llanto, solo pidió tiempo para aquel árbol y para el, mientras hablaba recordó a su abuelo y las maravillosas cualidades que tenía, fué en ese instante, que descubrió la primera persona sobre la que escribiría.


Está es mi participación en el Concurso de escritura creativa de la Freewritehouse del 16 de octubre ¿Quién? ¿Cómo? ¿Por qué?.

Las bases las puedes encontrar en el siguiente Link

El dibujo incluído en la portada es creación original y cortesía de @estefaniart especialmente realizado para esta historia.

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Ecency