Dos poemas conceptuales llenos de encanto auditivo

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Quốc Bảo


En canto

¿Cuál será el origen del lindo sonido
que tanto me llena de grata armonía?
Eso me he preguntado desde la primera vez
que esa voz vino a mí como una caricia.
Detrás de su música y su sonrisa espléndida
hubo alguna inspiración que me causa intriga.

¿Qué será lo que le ha motivado?
Me pregunto y suplico una respuesta concreta.
Tanta belleza de un alma que vibra
como flores coloridas de un árbol solemne
que se yergue hasta el cielo.
Por algo habrá crecido con tanta fuerza
y solo puedo imaginarme como.

¿Cómo habrán sido sus días
en la prisión de las aulas?
Quisiera saber cómo hubiera sido
corretear por los pasillos
para recibirla a tiempo en su salida
del salón de al lado.
Unos veinte minutos
Hubieran sido suficiente.
Ciertamente mucho más
que esta horrenda nada.

¿Hubiese tenido la suerte
de capturar su interés en esos momentos?
Claro que hubiese amado
cada sencillo encuentro nuestro
en los brevísimos recesos.
Puedo imaginar detalladamente
esas charlas apresuradas.
Un poco sobre libros,
otro poco sobre música,
y la resolución de dudas importantes
para el examen de la clase siguiente...
Me hubiera contado inquietudes
y expresado sus ideas.
Tal vez ahogada por una vida social
que iba concibiendo sin buena forma.

¿Cómo hubiera sido visitar su hogar
y hacerme con descaro de un lugar en su familia?
Tal vez hubiera ocupado mis tardes
escuchándole ensayar
y aprendiendo algunas canciones
para agitar la cabeza.
Si hubiera podido apoyar sus sueños
entonces hubiera apostado sin dudar
que con su gran talento los cumpliría.

¿Cómo hubiera sido ocupar
un puesto en primera fila
cuando abordó un escenario
para deleitar por primera vez
a una gran audiencia?
Hubiera habido tanto entusiasmo,
tantos aplausos y sonrisas...
Hubiéramos tenido abrazos intensos
que hoy serían mis gratos recuerdos
y no esta ráfaga melancólica
de inusuales fantasías.

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Troy Squillaci


Conceptual

Hubo muchos intentos.
Los fallos y errores nunca faltan.
Aprender, eso es lo necesario.

La vida es un reto desde el primer café.
Se empieza a notar la tortura al mediodía,
y a veces un poco más temprano.

Ese destello lo cambia todo.
La gracia del sabor de un descanso
de poco más de una hora.

Todas esas figuras retorcidas
¿A dónde voy?
Me doy cuenta del ciclo.

Hay diversos cuadros extraños
que sostienen líneas huecas.
Ojos, timbales, brisas frías,
la explosión de las angustias,
destrucción y una infinita nada
detrás de un absoluto todo.
Un eco incesante
y mi voz sin cuerpo.
Todo lo demás no emitía ningún sonido.


Separador y firma cortesía de Pixabay
Su edición cortesía de Canva y Pixlr


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