Yo Vivo

Trato de encontrar la partícula que reside en todo Ser, ese elemento que por igual compartimos y nos hace humanos o simplemente, nos hace ser lo que somos. Comparable con un "todo", contentivo de la misión, la solución explicita, también convertida en secreto por una extraña razón.

Secretos destinados para quienes tienen la capacidad de comprenderlos, siendo eso, algo asociado con lo bueno; ¿Pero es acaso bueno, ser guiado hasta donde no hay regreso?

Debemos cultivar al Ser y establecernos, para poder experimentarlo mientras tengamos tiempo, es ese nuestro dominio, el rango de acción permitido donde actuamos a placer sin dejar por fuera al "Individuo". Somos seres individuales. Así nos agrupemos, la mancomunidad fue creada para buscar soluciones conjuntas y resolver el problema "Macro", sin dejar lo heterogéneo.

Venimos solos al mundo y en el fondo nuestro pensamiento tiende a ser único. En primer lugar debes salvarte a ti mismo para luego intentar hacer algo por el resto, así se trate del ser mas preciado, si no te salvas a tí primero el intento será en vano.

Consiste en tener conciencia del Ser. Destinar la energía para dar el mayor esfuerzo a pesar del agotamiento debemos exprimir el recurso hasta quedar vacíos y volver a renovarnos como forma natural, siendo parte de un universo donde todo está debidamente repartido según la necesidad.

Identificamos al cuerpo con un falso "Yo", sin querer, tal vez sin saber, pero igual lo hacemos. Algo que nos lleva pensar que somos plenos ¿Pero, quién conoce realmente la plenitud?, cuando el humano no se siente realizado porque está lleno de defectos. Y no se acepta por completo, trata al cuerpo como andrajo modificándolo a cada momento; primero con la mente, luego con el acto desvirtuado de su propósito el cual es simplemente sostenernos.

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El cuerpo es la mansión del alma como escondrijo de piedra donde permanecemos ajenos. La concepción de lo que nos rodea es solo un impulso eléctrico, una orden emanada de nuestro órgano principal el cual abre una puerta al mundo tal cual lo conocemos.

No intervenimos en los procesos básicos del humano. El orden natural es involuntario; ¿Quién ha dado un esfuerzo para mantenerse vivo?; el latir del corazón, la respiración, la ley física y la dinámica del organismo es obra de algo que escapa a nuestro conocimiento.

Nuestro esfuerzo no conduce a la victoria, es algo aleatorio. Para muestra; la actitud de algunos que no aportan causa alguna, sin embargo, llevan tanto mérito como el que se esfuerza para lograr algún objetivo propuesto. Nuevamente vemos al ser posesivo, hacedor de ilusiones y sueños. Bienaventurado y disfrutador de los placeres mundanos porque entre la criatura y el creador existe una brecha abismal que apuesta por separarlos.

Todo lo que hacemos es con la única misión de satisfacer nuestra mente. Y la mente nunca está satisfecha, siempre pide más, busca una verdad que no determinamos y nos aleja cada vez más en vez de acercarnos. Nos colmamos de placeres hasta saciarnos y luego jactados volvemos a ser los mismos, incluso, con una mayor ansiedad por volver a saciarnos.

Y así pasamos todo el ciclo de una vida buscando llenarnos de pecado. Nos demostramos a nosotros mismos que ahí no está la misión que se nos ha encomendado, pero aun así continuamos.

Trato de encontrar la partícula que por igual compartimos y nos hace ser Humanos; la mente es un laberinto conceptual que se adapta a cualquier escenario, crea al espíritu y su creencia, luego lo alimenta para dominarlo. Es la doctrina, la que busca separarnos alejarnos de la única verdad y mantenernos ciegos, desunidos en lugar de acercarnos.

Ver al mundo como única realidad no está mal, lo errado, es emprender vanos caminos de conocimiento que nos guían hacia el mito y lo complicado; como pretender que existe algo diferente o superior a nosotros, como el engaño mental o atribuir un falso objetivo al "Yo", que recurre al ego y rechaza a tu Yo verdadero.

La unidad del ser es amoldable a todas las cosas, el cuerpo es como un envase vacío y la mente como carruaje nos guía hacia lo Divino. Experimentar la existencia, tal como es, vale la pena por encima de todo.

Conocerte a ti mismo te hará descubrir el secreto y la misión por la cual vivimos, te convencerá de lo que eres y de que no existe mayor complejidad en nuestro objetivo. Solo se deben dejar atrás los falsos testimonios y dar paso al ser maravilloso, al verdadero, el cual vive dentro de nosotros...

_FIN

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_{@nachomolina2
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_{Venezuela
2021}