Decidí conocerte y nunca me arrepentiré
decidí enviarte un mensaje
y nunca pensé que tendríamos
una relación tan hermosa
como una madre e hija.
Poco a poco me fui ganando
tu confianza, cariño, atención, dedicación
y sobre todo tu amor
incondicional.
Aunque estábamos lejos una de la otra,
era como si estabas siempre a mi lado,
todos los días nos llamábamos
y compartíamos todas las cosas
que habíamos pasado en el día.
Durábamos horas conversando por teléfono
y hacíamos varias actividades juntas
lo que hacía que cada día
nos encariñáramos más y más.
Recuerdo como si fuera ayer
que decidiste venirme a visitar,
pero yo estaba indecisa
porque estaba deprimida y desanimada
por cuestiones de salud.
Pero aquel día nunca lo olvidaré,
por fin llegaste a casa
y yo no lo podía creer,
me esforcé por conversar contigo
y tratar de pasarla bien y así fue.
Ese día me sentí tan feliz
que nunca podré olvidarlo,
por eso mi amor por ti creció más y más
y por eso nunca me arrepentiré de haberte conocido,
pase lo que pase mi niña hermosa.