Desde que inicie mis rotaciones en el hospital, el área de ginecología y obstetricia ha Sido de los servicios más desgastadores, dónde más sobre carga de trabajo hay, dónde más te exigen y dónde más cansado sales de las guardias, porque Absolutamente todas son un solo corre, corre.

Mi última guardia fueron las 24 horas más infinitas en la historia de todas las postguardias. Técnicamente las guardias duran 24 horas, sin embargo está, entre tantas cosas y una clase se extendió hasta unas 36 horas en el hospital. A ese punto el sueño y la destrucción no te dejan pensar, solo aspiras a llegar a tu cama a morir por unas cuantas horas.

En está guardia que les cuento atendimos un total de 8 partos, y en cuanto a los turnos quirúrgicos la verdad es que perdí la cuenta, porque habían anotados como 6 o 7 oficialmente, pero durante la madrugada las bradicardias y las procidencia de cordón umbilical abarrotaron los quirófanos del área de maternidad, por lo que tuvieron que habilitar uno de los quirófanos generales para darle resolución a la emergencia.

De igual modo a pesar de que fue una guardia caótica, al final del día la disfrute, pude atender algunos de los partos, realice muchas episiorafias, ya que es un procedimiento que la verdad no sé me daba tan bien, y no tenía tanta práctica, por lo que yo le pedí al residente que me dejara hacer varias para ir agarrando agilidad. Por eso digo, que no todo estuvo perdido, no todo fue llanto y sufrimiento.