Desde muy pequeño siempre me han gustado los deportes y he contado con el apoyo de mis padres para hacerlo, nunca tuve problemas para practicarlos. Primero empecé jugando fútbol hasta que conocí mi verdadera pasión por un deporte, siempre me he esforzado mucho más para aprender y destacarme como atleta.
El Jiu Jitsu es el deporte que actualmente estoy practicando, ya llevo 7 años entrenando, dando cada día más de mí, con mucho esfuerzo dedicación, pasión y trabajo para obtener resultados. Uno de estos logros fue en la competencia nacional de Jiujitsu que se realizó en Maturín y participaron varias academias del país, esto fue hace dos años. Aquí quede de primer lugar en mi categoría.
Para esa competencia entrenaba dos horas todos los días, para mejorar las técnicas, condición física, resistencia, el instructor quería que estuviéramos bien preparados, además de entrenar lo mejor es que compartía con mis compañeros de entrenamiento.
Llego el gran día de la competencia, una gran emoción tanto para mí como mi familia. Al principio estaba como espectador, cero nervios, viendo y apoyando a todos mi compañero, pero a medida que pasaba el tiempo los nervios empezaban a salir, porque se acercaba el momento de combatir, de entrar al tatami a demostrar y poner en práctica todos mis conocimientos, no es fácil estar allí.
Primero me toco pelear con un atleta de caracas, estuvo un poco ruda la pelea, al final pude controlar y finalizar al oponente quedando yo como ganador, se podrán imaginar a mis padres gritando, apoyando, pegando brincos. Yo súper emocionado porque avance a la final, pero a la vez preocupado porque no sabía con quien iba a combatir.
Para mi sorpresa, cuando llego el momento de combatir en la gran final, me toco con uno de mis compañeros, nos pusimos reír, nos abrazamos, porque nada más y nada menos iba a combatir con mi hermano gemelo, que también entrena jiujitsu, se formó un bochinche a la hora de empezar, los asistentes se preguntaban a cuál morocho van, dale morocho que tú puedes. Tuvimos que luchar hasta morir porque en el tatami siempre va a haber un ganador, estuvo muy pareja la pelea, faltando poco para acabarse lo finalice con una palanca, quedando yo como ganador. Era la primera vez que nos enfrentábamos por una medalla.
Yo estaba muy contento, feliz y emocionado, ya que obtuve un exitoso resultado, valió las 8 horas a la semana de sudor y cansancio, quedando así como campeón nacional en mi categoría de Jiu Jitsu.
