Por mucho que uno no lo desee, las despedidas siempre son agrías. Lamento mucho que ocurrieran estos eventos desafortunados que les hizo cerrar momentáneamente la puerta de estos maravillosos espacios que han ayudado a conocer a tantos usuarios y también los han ayudado a romper su propio molde, a hacer su zona de confort aún más grande.
Agradecida con ustedes por la oportunidad que tuve hace tiempo de echarte una mano cuando enfermaste y que espero vuelvan pronto porque los extrañaremos.