Despite the fact that I have a whole life dedicated to play video games, I am a person who is far from being skilled in them, although I like to immerse myself in my favorite titles and I spend time familiarizing myself with their mechanics, I hardly learn to master them, not out of disgust but out of lack of innate talent.
For this reason, every time a game that is characterized by being "complicated" and still manages to attract my attention, I know that I am dealing with a special product, Hotline Miami is of course no exception.
In summary, Hotline Miami is an action video game from 2013, developed and distributed by Devolver Digital where we take on the skin of a cold assassin who moves through several "dates" where he must commit several murders, with few pieces of context that are progressively offered to us, the "battle" scenarios are mixed with moments of calm after the catharsis, specifically designed to evoke nostalgia: Movie rentals, supermarkets and restaurants.
Characterized by an overhead perspective and quite particular controls that require agility and strategy in equal amounts in an organic way, Hotline Miami is a perfect violent feast that celebrates the 80s aesthetic in its most exaggerated and cartoonish version. Influenced by films like "Drive" (2011) we have a cocktail of chaos and style where after a disconcerting first few minutes we will fall into an addictive spiral of trial and error (In the most rewarding of senses).
Each Hotline Miami mechanical element is perfectly built and complements the experience it seeks to provide its users, one in which failures do not seek to drive us away but rather to keep us glued to control to correct our mistakes.
Hotline Miami could be defined as a hypnotic adventure, where moments of frustration and catharsis exist in constant symbiosis to break all conceptions of what we understand by contemporary gaming, combining Arcade elements with a light but compelling narrative.
With its 8-bit graphics that mimic the style of the NES era and its music that fuses electronic with hard rock and lo-fi, Hotline Miami is a product with an extremely artistic streak in an ocean of conformist and formulaic video games. It is ironic that this rebellion ends up producing a title with inordinate amounts of satisfaction to offer, riddled with iconic characters and an aesthetic language that stands out.
HM is such an organized and entertaining challenge that it doesn't even feel like one, with a very well calculated learning curve and a one-of-a-kind risk and reward system. It is not old-school only because it takes on a nostalgic aesthetic, but because it embraces solid gameplay, good music and all those things that over time seem to get lost in the density of all the games that grab more than they can honestly sustain.
A pesar de que tengo una vida entera dedicada a los videojuegos soy una persona que dista de ser hábil en ellos, aunque me gusta sumergirme en mis títulos favoritos y gasto tiempo familiarizándome con sus mecánicas, difícilmente aprendo a dominarlos, no por disgusto sino por falta de talento innato.
Por esto mismo cada vez que un juego que se caracteriza por ser “complicado” y aún así logra atraer mi atención sé que estoy ante un producto especial , Hotline Miami por supuesto no es la excepción.
En resumen, Hotline Miami es un videojuego de acción de 2013, desarrollado y distribuido por Devolver Digital en donde asumimos la piel de un frío asesino que se desplaza a lo largo de varias “citas” en donde debe cometer varios asesinatos, con piezas escasas de contexto que se nos van brindando progresivamente, los escenarios de “batalla” se van mezclando con momentos de calma luego de la catarsis, diseñados específicamente para evocar nostalgia: Movie rentals, supermercados y restaurantes.
Caracterizado por una perspectiva cenital y controles bastante particulares que requieren agilidad y estrategia en cantidades iguales de forma orgánica, Hotline Miami es un perfecto festín violento que celebra la estética ochentera en su versión más exagerada y caricaturesca. Influenciado por films como “Drive” (2011) tenemos un cocktail de caos y estilo en donde luego de unos desconcertantes primeros minutos caeremos en una adictiva espiral de ensayo y error (En el más gratificante de los sentidos).
Cada elemento mecánico de Hotline Miami está perfectamente construido y complementa la experiencia que busca brindar a sus usuarios, una en donde los fracasos no buscan alejarnos sino más bien mantenernos pegados al control para corregir nuestros errores.
Hotline Miami podría definirse como una aventura hipnótica, en donde los momentos de frustración y catarsis existen en constante simbiosis para romper todas las concepciones de lo que entendemos por gaming contemporáneo, juntando elementos Arcade con una narrativa ligera pero atrapante.
Con sus gráficos en 8bits que mimican el estilo de la época del NES y su música que fusiona lo electrónico con el hard rock y el lo-fi, Hotline Miami es un producto con una vena extremadamente artística en un océano de videojuegos conformistas y formulaícos, es irónico que esta rebeldía termina produciendo un título con cantidades excesivas de satisfacción para ofrecer, plagado de personajes icónicos y un lenguaje estético que sobresale.
HM es un reto tan organizado y entretenido que ni siquiera se siente como tal, con una curva de aprendizaje muy bien calculada y un sistema de riesgo y recompensa único en su estilo. No es old-school únicamente porque retoma una estética nostálgica, sino porque abraza el gameplay sólido, la buena música y todas esas cosas que con el tiempo parecen perderse entre la densidad de todos los juegos que agarran más de lo que honestamente pueden sostener.
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