Cuando me dio la noticia de que ya podía comenzar a apoyar el pie, me dio mucha alegría y celebré con un amigo, comiendo hamburguesas, aros de cebolla, papas fritas y un helado. Fue pretexto para gordear, pero bien merecido.
Ahora tengo que ir todos los días a rehabilitación, aunque hoy pude comenzar a apoyar el pie, aproveché para ir al centro de rehabilitación porque ya quiero estar al 100. La clínica me gusto mucho y el médico del deporte que me valoro para mandarme el tratamiento, me cayo muy bien. Me quede platicando como una hora con él y le hice muchas preguntas de la rodilla porque tenía muchas dudas, ya que quiero saber cuando voy a poder salir a caminar o andar en bici porque me encanta. Pero esto es poco a poco, porque aunque ya pueda apoyar el pie, voy a seguir necesitando el soporte de las muletas por seis semanas.
Estás cinco semanas y media que no podía apoyar para nada la pierna, perdí mucha masa muscular, el músculo se contracturo y la circulación era fatal, así que la pierna se me veía horrible y al apoyarla por primera vez, sentí cosquilleo en el pie y me costo trabajo apoyarla, pero poco a poco siento más equilibrio y me voy acostumbrando a ir caminando sin apoyarla tanto hasta que la fortalezca más. El cuerpo es muy sabio y te va expresando lo que puedes hacer y lo que no, para no lastimarte.