Mañana... Tal vez
Es fría la noche
Los grillos aturden con sus silbidos agudos
No es un dulce sueño
Es dolor, son pesadillas, alucinaciones
A lo lejos se escuchan los truenos.
Por la rendija de la cornisa, se filtra el resplandor de los rayos
Las luciérnagas tratan de darme luz y calor.
Se acerca el momento que estremece mis sentidos
Medianoche, helada noche
Me aterra el momento
Siento que se me eriza la piel
El miedo me transforma
Hasta los cocuyos huyen
Quedé sola con él
Me consume el terror.
Es la hora, se inclina hacia mí
Buscando sediento el néctar de mis venas palpitantes
No puedo negarme
Me domina
Me absorbe y sacia sus ansias de nuevo.
Emerge grandioso
Abre sus alas en busca de libertad
Recorre las montañas y se aleja.
Estoy débil, frágil
No creo que lo vuelva a ver
Siento sueño, me sofoco, me falta el aire
Mañana… Tal vez