La soledad cierra sus tenazas
sobre mis manos pequeñas y doloridas
quema tan profundo
que quiero correr
me quedo inmóvil,
rehusando huir.
De todos modos
¿A dónde podría ir?
A qué sitio, qué lugar,
qué rincón debería partir.
Renegada,
huérfana,
famélica...
Palpitaciones del mismo
dolor
que me quiebra las piernas
ausencias que me rompen las
costillas, abriendo paso para
instalarse...
Aquí están
bailando en mi pecho,
marcando el compás de
lágrimas que no dejan rastro
he recogido de esperanzas
burdas que mueren
se mezclan los grises
estalla el silencio
Quiero correr
¿A dónde podría ir?