El coronel


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Camilo fue encontrado muerto en la trilla de tierra que lleva a su conuco, con el rustico aplastándole el cuerpo.

Era el hombre más rico del lugar y también el más dadivoso, por lo cual todos quedaron consternados por su repentina muerte.

El velorio, realizado en la casa más grande del lugar fue multitudinario y rebasó los grandes patios de la vivienda, por lo que la calle estaba inundada de sillas con personas que parecían llegar de cualquier parte.

En el gran salón, el ataúd, a través de una tapa de cristal, mostraba el cadáver de un cincuentón vestido con ropas ceremoniales del ejército, donde sirvió por veinticinco años llegando al rango de coronel, razón por lo cual muchos le llamaban de esa manera.

La viuda, hecha toda una Magdalena no dejaba de llorar desconsolada la terrible perdida.

Era una muerte absurda y lamentable.

Su única hija se encontraba en la capital y todos esperaban el auto que la traería, sin embargo amaneció y la chica no se hizo presente.

Los rostros amanecidos fueron escapando a descansar un rato en sus viviendas, narcotizados por la cafeína y los pocos que permanecían, casi todos habitantes de pueblos de los alrededores o campesinos, vieron como un auto negro se fue acercando al lugar.

Todos estaban seguros que era la hija esperada y fueron apartando sillas para facilitarle la llegada.

Poco se podía ver de sus ocupantes ya que oscuros vidrios lo impedían.

La viuda, con gesto de dolor se fue abriendo paso para recibir a su primogénita, pero extrañamente del auto no bajaba nadie,

De pronto el vidrio trasero se abrió y una explosión alteró la tranquilidad de la mañana.

Todos pudieron ver el fogonazo de los disparos y el ruido repetitivo del arma que escupía balas e iba dejando cadáveres, entre ellos la viuda, y heridos en el frente de la vivienda.

El caos se hizo presente, los pocos asistentes corrían intentando salvarse, mientras el auto desaparecía por la calle, tal como llegó.

El dolor y el asombro se multiplicaron en el pueblo que se llenó de luto.

La hija nunca llegó ya que había sido asesinada unas horas antes de la muerte de su padre.

No fue hasta años después que se conoció la causa de tan vil y mortal acción.

El coronel, cuando hizo su servicio militar estuvo en las montañas combatiendo irregulares nacionalistas y entre sus trofeos de batalla estuvo el de uno de sus cabecillas a quien mató, en un enfrentamiento y el hecho ocupó las primeras planas de los diarios, ya que esa acción fue el comienzo del fin de esos grupos, razón por la cual fue condecorado.

La violencia es hermana de la muerte y siempre como un karma regresa.

El hijo de ese hombre era en el momento de la masacre en la casa del coronel jefe de un importante cartel de tráfico de drogas y cumpliendo la promesa de vengar a su padre contrató sicarios para eliminar a la familia.

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