Fuente
Pérfida.
En un pequeño y descuidado instante
Por muy breves segundos
En un sutil cruzar de las miradas.
De instantes y miradas peligrosas
Me perdí, me desarmaron sus ojos
Me omnibularon, me dejaron ciego.
Un indicio bastó
Salió de sus hermosas manos
De sus oscuros ojos, y sus labios letales
Entonces me detuve.
Volví a mi mesa
No quedaron palabras
Solo obedecí, me sentí suyo
Me declaré en captura.
De nada se dio cuenta
Simplemente se dejó llevar
Tanta belleza no se lo permitía.
Al pasar a mi lado
Sentí su mano nuevamente
Y con ella su fragancia y su luz.
Se alejó con sus curvas
Con su cuerpo de diosa.
Con descaro
Mi sino, mi señal, su servilleta.
Sus comentarios son muy valiosos para mi.
Gracias por visitar mi blog.