El día que Arianna murió | Contenido Original

El día cuando morí fue extraño; pensé que realmente no podía suceder pues básicamente estaba cumpliendo uno de mis mayores sueños y siempre estuvo en mi mente el hecho de que nada podría salir mal, sin embargo, no sé qué fue lo que pasó de un momento a otro, al punto de que, en este momento, no entiendo absolutamente nada, pero ¿qué podría tener sentido para alguien que murió?

Se me conoció en el mundo con el nombre de Arianna, tenía 22 años en el momento que todo sucedió; tenía una pasión impresionante por el mundo del modelaje, al punto de que mis padres me inscribieron en una academia de modelaje desde muy corta edad, así pude dominar los primeros aspectos teóricos de dicho mundo como el dominio de mis ángulos, poses, caminata en pasarela y demás, fui una diosa del modelaje.

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Photo by Rafaella Mendes Diniz on Unsplash

Mi madre fue reina de belleza durante muchos años y siento que tal vez ese fue el factor determinante de que mi piel fuera tan hermosa, fui fotografiada miles de veces durante mi infancia por personas que admiraban mi belleza física y siempre fui invitada a eventos, pasarelas, hasta aparecí en un par de vídeos musicales de artistas locales y toda la vida amé ese movimiento, ese estilo de vida.

Apenas cumplí los 22 años de edad, recuerdo que me contactaron a través de mis redes sociales, un usuario de una supuesta agencia de modelaje profesional el cual me hacía una oferta de trabajar en su agencia profesional de modelaje; recuerdo que me ofrecían mucho dinero y la oportunidad de viajar muchísimo, era una oportunidad dorada pero tenía miedo así que hablé de esto con mi madre y con mi padre y ambos me dieron permiso de asistir al casting por mi cuenta porque ya era una adulta.

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Photo by Yehor Milohrodskyi on Unsplash

Cuando llegué, el lugar era completamente espectacular, a pesar de que no era muy grande, sí tenían equipos costosos, cámaras gigantes y muchas personas, habían demasiadas chicas que les tomaban fotos y ellos decían que las que terminaban siendo «elegidas» tenían que pasar por una reunión inmediata en un cuarto que quedaba un poco distante del estudio, yo estaba demasiado nerviosa pero confiaba en mi talento.

El proceso fue sencillo, me tomaron una sesión de 12 fotografías, algunas de retrato, otras un poco más temáticas con unos efectos y unos colores que a ellos les gustaba bastante, además de un maquillaje especial temático, luego, al finalizar la sesión, se quedaron viendo 3 fotos mías y me dijeron que yo era perfecta para su agencia así que tenía que proceder a pasar al cuarto de reuniones que mencioné anteriormente.

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Photo by Bern Fresen on Unsplash

El cerebro es tan increíble y uno a veces no se da cuenta, porque yo en ese momento estaba tan emocionada pero mientras caminaba por ese pasillo oscuro, una voz en mi cabeza me decía que simplemente me retirara, que no fuera a ese cuarto de reuniones, ese «sexto sentido» del que muchas personas hablan me invadió de repente y lo comencé a dudar pero mis piernas prácticamente se movían solas por el entusiasmo, quería realmente ese trabajo.

Luego de un par de minutos de caminata, llegamos al lugar, con una puerta que apenas estaba alumbrada, entré y me senté en un sillón que era bastante cómodo y me habían dicho que esperara un momento que los managers vendrían a hablar conmigo en cualquier momento sobre mi contrato y todos los aspectos legales; no quise llamar a mi madre hasta leer y firmar para darle la gran noticia, pero ese es un grave error del que me arrepiento demasiado aunque ya no valga la pena.

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Photo by Maxim Hopman on Unsplash

Lamentablemente, mi cerebro tenía razón sobre esos malos presentimientos, pues apenas pasaron 5 minutos antes de que entraran a la habitación un grupo como de 8 personas armadas apuntándonos con sus armas y diciéndonos que dejáramos nuestros teléfonos en una cesta que tenían a la mano, nos sometieron por la fuerza y nos dijeron que a partir de ese momento éramos propiedad de un movimiento terrorista que se encargaba de la trata de mujeres.

En ese momento, yo, Arianna de 22 años, morí en vida pues desaparecí sin dejar rastro y mi familia jamás se pudo enterar de nada, no pude despedirme y no quiero imaginar la cantidad de dolor que deben estar pasando en este momento mientras estoy esperando mi turno para complacer a dos personas que llegaron ayer de viaje al lugar donde me estoy quedando, el cuál no tengo idea cuál es porque nos trasladan con los ojos vendados.

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Photo by Ari Spada on Unsplash

Una vez me tocó una persona que no pude ver con claridad porque estaba demasiado sedada para entender qué sucedía, sin embargo escuchaba como le decía a la chica que estaba conmigo y a mí que no tuviéramos miedo y que todo terminaría muy pronto, debo admitir que pensé que me iban a matar porque ya había perdido todas mis esperanzas, sin embargo, pasó algo muy loco.

Esa persona trajo a un montón de soldados consigo que nos ayudaron a escapar, obviamente el rescate fue muy sangriento y murieron muchas chicas que estaban conmigo; recuerdo que me desmayé luego de escuchar una explosión y lo que recuerdo al despertar fue estar en un refugio donde estaban muchísimas personas que pasaron por la misma situación.

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Photo by Sinitta Leunen on Unsplash

Mi rostro cambió demasiado pues, realmente habían pasado 5 años desde aquél entonces, me tuve que teñir el cabello muchas veces y obviamente el montón de drogas que metieron en mi organismo me afectó físicamente, había perdido toda la belleza por la cual trabajé toda mi vida, pero más allá de todo eso, había perdido todo lo que tenía, mi familia, mi pasión, etc.

Un día no podía más con la depresión y estuve a punto de quitarme la vida definitivamente, pero me salvó una persona que jamás pensé que volvería a ver en mi vida; me reconoció y se acercó rápidamente a donde estaba y me abrazó con muchísima fuerza, al punto de sentir que todo lo que estaba hecho pedazos en mí se volvía a unir, recuerdo sus palabras, esas palabras que me devolvieron las ganas de vivir:

«Sigues estando tan hermosa como el día en que naciste y no sabes la felicidad que me da el que estés viva, me habría encantado poder encontrarte antes pero nunca supe por donde empezar.

Tu madre falleció el año pasado, pero nunca dejó de amarte, no se molestó contigo y nunca perdió la fe de que estuvieras viva, yo llegué a perderla y quiero que me disculpes por eso, pero gracias a tu madre estoy aquí, ella nos unió de nuevo.»

Sí, así fue como mi padre pudo dar con mi paradero y he vuelto a mi hogar, mi madre no está, pero definitivamente me siento demasiado feliz de estar viva y de tener otra oportunidad para vivir.

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Photo by Jackson David on Unsplash

Esta historia fue hecha en conmemoración de varios días del Calendario de Observancia Internacional de la Organización de Las Naciones Unidas los cuales son:

Y todo esto motivado a los recientes actos controversiales que están sucediendo en Afganistán por la presencia y ahora control del grupo islamista conocido como Talibán.


Escrito y diagramado: @ilazramusic

Edición: @fermionico


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