En mi encuentro con la soledad hay una
pregunta que repetidas veces me hago
y no encuentro manera de responder,
cada vez es más difícil saber
cuándo te vuelvo a ver.
Sé por varias vías que creces muy bien,
me lo dice tu abuela, tu papá y a
veces tú también, pero para mí no
es suficiente, quiero tocarte,
abrazarte, besar tu frente y sentir
tu calidez.
A Dios le pido todos los días que
te guíe, te cuide y me de la oportunidad
de volverte a ver, explorar todo tu
cuerpo, ver todos tus cambios que el
tiempo va permitiendo y segura estoy
que me voy a sorprender.
Al mismo tiempo doy las gracias
porque tienes a tu lado a personas
que te cuidan y te dan amor a la vez,
extraño tu sonrisa pícara,
también esos ojitos tiernos que
enamoran y me hacen enternecer.
En las ocasiones que hablo por teléfono
contigo mi corazón se acelera dejándome
saber, que mi amor por ti es muy grande
y que jamás te dejaré de querer.
Por eso le ruego a la vida
que te ofrezca un buen camino,
donde logres aprender
a ser un hombre correcto
y que jamás olvides quién te dio
la oportunidad de nacer.