Desde niño dibujaba y coloreaba. Eran minutos y a veces horas de silencio donde la mente se conectaba con mis manos que azarosamente sostenían los creyones. Son momentos difíciles de olvidar, porque en todos ellos me conectaba con otra realidad. La realidad de las formas coloreadas recrea un mundo más amplio porque no se sienten restricciones; no hay más límite que la profundidad del espacio sideral.
Más adelante, incursioné con el lienzo y la pintura, era sin duda una forma de expresar mis emociones y pensamientos, mi percepción de la realidad o simplemente la contemplación de lo que veía. Lamentablemente dejé los dibujos y la pintura, algunas veces hacía cosas para las tareas de las niñas, mis hijas, que ya hoy por hoy son todas adultas y ahora ayudo en algunas tareas de los nietos.
Pintar este mandala me dio la oportunidad de retomar nuevamente los colores, fue una experiencia muy placentera y me gustaría compartirles algunas reflexiones que pude hacer de los mandalas:
Dentro de la gama de posibilidades de las formas, el círculo es tal vez la más importante. Tiene relación con la visión del sistema planetario compuesto por millones de astros, entre planetas y satélites, estrellas y otros cuerpos. Los desplazamientos suelen ser orbitales al mismo tiempo que rotan sobre su propio eje. Es la danza del cielo infinito, sostenida desde hace incontables siglos que la memoria del hombre no ha podido registrar por completo en sus historias y teorías científicas o religiosas.
Hoy, con el avance de la ciencia y las tecnologías de la información, junto con los estudios sobre la existencia de entidades no físicas como el espíritu y el alma se sabe de la existencia de una fuerza o energía de poder ilimitado que genera la vida y la relación entre los seres vivos y su entorno. A través de la meditación profunda algunos pensadores, artistas plásticos, escritores, músicos, religiosos y filósofos han podido entrever y convivir con esa realidad no comprendida en siglos pasados porque no forma parte de la cotidianidad de la mayoría de las personas que solo se dedican a procurarse el pan o seguir ideologías y creencias dogmáticas que dominan o controlan el pensamiento y el libre albedrío.
Con este ejercicio me he sentido muy bien en su desarrollo y culminación a pesar de que la inicié con un dolor de cabeza, tal vez producto del cansancio del día, y el colorear este dibujo me sirvió de analgésico, además de mi reencuentro con la etapa más hermosa: la inocencia y la pureza del niño que imagina un mundo distinto al que lo rodea.
Les comparto algunas imágenes del proceso de elaboración:
Esta es mi entrada al Concurso "Pintando mi Mándala de Bienestar" / "Painting my Wellness Mandala", aunque es un poco tarde para hacer invitaciones, me gustaría invitar a @mireyaromero y @jesusgarp93 a conocer esta Comunidad y participar en sus iniciativas.
- Separadores elaborados en Canva.
- 100% contenido original.
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