Vivir es urgente, no es una tarea para mañana (Relato y reflexión)


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Fuente«Comienza a tejer y Dios te dará el hilo». Proverbio alemán

Vivir es urgente, no es una tarea para mañana

A pesar de lo que se pudiera creer, Angélica fue sietemesina; fue lo único que no pospuso y que adelantó: su nacimiento. Pero todas las demás cosas, Angélica siempre las postergó. Como si la vida fuera infinita, Angélica siempre dejaba para mañana, para luego, para después, cualquier cosa o acción.

Así era con todo. Mientras que la gente estrenaba los regalos que recibía, Angélica decía que se los pondría en cualquier otra ocasión, que ya tendría tiempo para ponérselo y así de cada cosa tenía una guardada y hasta dos. Sus amigos y familiares le decían a viva voz: Angélica, no guardes tanto, por el amor de Dios, que el mañana es incierto y lo importante es lo que hagas hoy.


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Fuente“Tú podrás retrasarte, pero el tiempo no lo hará” Benjamin Franklin

Desde niña, dejaba que se le acumularan tareas por montón, porque con el cuento que tenía tiempo suficiente, las retrasaba sin consideración: cosas urgentes y cotidianas eran desatendidas o apartadas a un rincón. De allí que cuando necesitaba hacerlas, ya era muy tarde para elaborarlas o si las hacía, la gente decía: con tiempo, la hubieses podido hacer mejor.

No fue diferente en el amor. Amores tocaron a su puerta, y Angélica como siempre al instante no tomó ninguna decisión: “Que si déjame pensarlo, que luego te digo, que me pareces que eres para mí muy mayor”. Y así, un día, cuando se dio cuenta, el amor a su puerta jamás volvió. Alguna vez alguien le preguntó: “¿Angélica, por qué nunca te casaste?” y ella, con mil excusas contestó: “No tuve tiempo, nadie vino, por mi casa ese tren jamás pasó”. Pero todos sabían que el tren sí estuvo en su puerta, lo que pasó fue que ella jamás se subió.


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Fuente«Cualquier cosa que valga la pena posponer, vale la pena abandonar por completo». Epictetus.

Y así como pospuso los sentimientos, también pospuso ir a un doctor, y un día Angélica se sintió muy mal e ir al médico lo retrasó, y aunque tenía toda una vida, de la noche a la mañana, sin saber de qué, murió. La muerte, puntual y exacta, esa no se demoró, mientras que Angélica dejó tantas cosas por hacer, por estrenar, porque en el fondo creyó, que la vida es eterna y no, señor. La vida es un suspiro, un instante, un minuto, tal vez dos…

En los últimos años se ha hablado mucho del término PROCRASTINAR y de cómo el posponer hacer algo no solo es una conducta habitual en algunas personas sino cómo esto, a corto y largo plazo, puede convertirse en un problema. De hecho, nuestro entorno está lleno de procrastinadores y hasta nosotros mismos, en algún momento, hemos caído en la dulce y tentadora salida de posponer las cosas.


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Fuente«La procrastinación es, manos abajo, nuestra forma favorita de auto-sabotaje». Alyce P. Cornyn-Selby

¿Cuántas tareas hemos dejado para después, cuántas decisiones hemos pospuesto para mañana, y llega el día de mañana, y no hacemos nada? A veces esa indecisión o esa demora tienen que ver con flojera o miedo, pero también con la estúpida creencia que ese algo, llámese trabajo, amor, no es urgente y puede esperar por nosotros. Es como si creyéramos, por ejemplo, que las manecillas del reloj se detuvieran y el tiempo no existiera.

Hay un famoso proverbio que dice que no debemos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Dale Carnegie dijo: “Una de las cosas más trágicas que sé sobre la naturaleza humana es que todos tendemos a posponer la vida. Todos soñamos con un jardín de rosas mágico sobre el horizonte, en lugar de disfrutar de las rosas que florecen fuera de nuestras ventanas hoy en día". Entonces, no pospongamos nada: Vivir es urgente, no es una tarea para mañana.


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HASTA UNA NUEVA OPORTUNIDAD, AMIGOS

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