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Está bien no siempre estar bien.
Es esa la frase que siempre me repito en bucle, como si fuese un mantra, para recordarme en los malos momentos que sigo siendo humana y que, debo observarme siempre con ojos de amor aún y cuando sienta que el mundo se me cae encima a pedazos.
Cuando recorremos el proceso de la terapia y, empezamos a encajar muchas piezas dentro de nosotros para alcanzar el bienestar personal, solemos juzgarnos muy a menudo cuando llegan esos días sombríos un martes por la tarde. Lo entiendo, es difícil volver a los lugares dónde uno realmente no fue feliz, pero sentir tristeza no significa que todo aquel mal vuelva a renacer desde nuestras entrañas, seguiremos siendo humanos y, está en nosotros el experimentar todas las emociones y sensaciones con el paso del tiempo.
Aunque yo misma los etiquete como días sombríos, realmente terminan brindándonos claridad en nuestros propios pensamientos y, es una sensación muy bonita el saber que ahora eres lo suficientemente capaz de sentir dolor y estar en calma.
Tu mundo ya no se desmorona, ya no sientes que el alma se te despega de la carne. Simplemente terminas abrazando desde una calma interior toda esa tormenta de emociones, comienzas a analizarla y te permites sentirla, siempre, desde un amor profundo de ti para ti mismo.
Hace pocos días leí un poco sobre el despertar espiritual desde distintas fuentes y, me agradó el hecho de saber de que la tormenta es parte de ese proceso y que jamás será eliminada del todo, al final, la tristeza también forma parte de nuestro propio trabajo de sombras. Para crecer, alcanzar, comprender y vivir a plenitud, debemos sentarnos en el centro del caos y mantenernos quietos, estar oyentes y expectantes de todos nuestros sentidos, brindándonos aún en aquellas noches, paz.
It's okay not always to be okay.
This is the phrase that I always repeat to myself in a loop, as if it were a mantra, to remind me in bad times that I am still human and that I must always look at myself with loving eyes even when I feel the world is falling apart.
As we go through the process of therapy and, we begin to fit many pieces within ourselves to achieve personal wellness, we tend to judge ourselves very often when those gloomy days come on a Tuesday afternoon. I understand, it is difficult to go back to the places where one was not really happy, but feeling sadness does not mean that all that evil is reborn from our guts, we are still human and it is up to us to experience all the emotions and sensations as time goes by.
Although I myself label them as dark days, they really end up giving us clarity in our own thoughts and it is a very nice feeling to know that you are now capable enough to feel pain and be calm.
Your world no longer crumbles, you no longer feel that your soul is detached from your flesh. You simply end up embracing from an inner calm all that storm of emotions, you begin to analyze it and allow yourself to feel it, always, from a deep love of you for yourself.
A few days ago I read a little about spiritual awakening from different sources and I was pleased to know that the storm is part of this process and that it will never be completely eliminated, in the end, sadness is also part of our own shadow work. To grow, to reach, to understand and to live to the fullest, we must sit in the center of the chaos and be still, be listening and expectant of all our senses, bringing us even on those nights, peace.
Translated with the help of deepL
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