En el tiempo de nuestros más lejanos ancestros existía un gran respeto ante la naturaleza. Era natural pensar que tanto los humanos, el medio que los rodeaba y todos los seres de la creación formaban una unidad indivisible, que todos tenían que ver unos con otros. Sentían ser parte de algo mucho más grande que cada uno de ellos.
Y aunque para ellos quizá no existía el concepto de relación, de algún modo intuían que sus actuaciones debían respetar el mundo que los rodeaba, su modo de vida tendía al equilibrio.
Todos esos seres, que muchos de nosotros de forma arrogante pudiéramos considerar con un conocimiento muy inferior al nuestro, tenían clara conciencia que si los seres humanos agredían el ambiente estaban lesionando su propia casa.
No sería exagerado afirmar entonces que en ellos habitaba esa idea que en nuestros días llamamos holística, esto es, que todos estamos ligados en un proceso de interacciones permanentes. Por lo tanto, lo que cada uno hace o deja de hacer afecta directamente al sistema, lo que en nuestro caso sería la vida en la Tierra.
Sin embargo, con el correr del tiempo, algo fue cambiando en la mente humana para que se perdiera ese respeto ancestral por el ambiente que nos sostiene. De pronto los hombres dejaron de ver la unidad y comenzaron a mirar la naturaleza como una gran fuente de recursos cuyo único fin era generar algún tipo de riqueza.
Con esa limitada mentalidad de la unidad perdida llegamos a nuestros días, un tiempo donde los daños causados al planeta son tan grandes que amenazan con la vida misma de nuestra especie.
Por fortuna pareciera que luego de tanto tiempo nos estamos dando cuenta que debemos darle un giro a nuestros estilos de vida. Paso a paso ha ido creciendo una sensibilidad donde se ha vuelto a pensar en la necesidad de mantener un pensamiento holístico, que entre otras cosas significa entender que sin el cuidado de la naturaleza estamos perdidos.
Sin embargo, falta mucho para que esta sensibilidad se haga parte de lo que llamamos sentido común. Todavía vemos como las personas actúan con una absoluta falta de conciencia sobre el impacto que tienen sus acciones para la vida de todos.
En mi comunidad, por ejemplo, tenemos un grave problema con la basura. Los servicios de recolección no vienen con la frecuencia necesaria, y a veces solo pasan por la vía principal y no penetran en las calles internas.
Eso ha traído como consecuencia que la gente por iniciativa propia decidió convertir en basurero un área a la entrada del sector, en plena vía pública. Es verdad que en ese sitio los transportes recolectores pasan con más frecuencia, pero no la suficiente, por lo que permanentemente hay allí montañas de basura.
Cuando hablo con mis vecinos muchos no parecen entender la gravedad del problema, que eso es un foco de enfermedades y que afecta el ambiento de todos, humanos y animales. Sencillamente dicen que nada pueden hacer porque tienen que llevar la basura hasta algún sitio, que no la pueden tener permanentemente en sus casas, lo que no es mentira.
He tratado de motivarlos para ver si conseguimos alguna salida con las autoridades, pero se muestran agotados para esas acciones., ya que en el pasado no han dado resultados. Así que cada quien resuelve su problema creando problemas a los demás.
La verdad es que ante este tipo de situaciones no sé qué hacer, me siento muy impotente y frustrado. En el fondo ese comportamiento de mis vecinos y de las autoridades es una muestra de la gran falta de conciencia sobre los temas ambientales y de todo lo que tiene que ver con alguna concepción holística. En sus mentes actúa un pensamiento individualista que los limita para establecer conexiones de largo alcance.
En lo personal trato de llevar mi vida de acuerdo a la perspectiva holística. Entiendo que formo parte de un contexto más amplio donde mis decisiones y actuaciones generan un impacto. Y esto tiene que ver con el mundo externo y el mundo interno.
En el plano más íntimo entiendo que mi cuerpo y mi espíritu también son una unidad, que debo prestarles atención a ambos para que puedan estar en armonía y equilibrio. Por eso trato de procurarme actividades para mantener lo más sano posible el cuerpo y la mente. He aprendido a disfrutar de las cosas sencillas de la vida.
Este es un tema en el que siempre hay que insistir. Mi experiencia con mis vecinos me indica que no es fácil promover la toma de conciencia sobre estos aspectos, pero hay que seguir insistiendo.
Pueda ser que en algún momento se logre dar con el método adecuado para que la gente entienda que todos formamos parte de un conjunto muy amplio. Aún con esos tropiezos que sigo teniendo con gente indiferente y desconsiderada, sigo pensando que la mayoría de las personas son capaces de cambiar y ser mejores.
Esta es mi participación para la excelente iniciativa propuesta por los amigos de @ecotrain. Invito a todos a que compartan sus puntos de vista.
Gracias por tu tiempo.
In the time of our most distant ancestors there was a great respect for nature. It was natural to think that humans, the environment that surrounded them, and all the beings of creation formed an indivisible unit, that they all had to do with each other. They felt that they were part of something much bigger than each of them.
And although for them perhaps there was no concept of relationship, they somehow sensed that their actions had to respect the world around them, their way of life tended to balance.
All these beings, which many of us might arrogantly consider to have a knowledge far inferior to ours, were clearly aware that if human beings damaged the environment they were damaging their own home.
It would not be an exaggeration to affirm then that in them lived that idea that in our days we call holistic, that is, that we are all linked in a process of permanent interactions. Therefore, what each one does or fails to do directly affects the system, which in our case would be life on Earth.
However, as time went by, something changed in the human mind so that this ancestral respect for the environment that sustains us was lost. Suddenly men stopped seeing unity and began to look at nature as a great source of resources whose only purpose was to generate some kind of wealth. With this limited mentality of lost unity we have reached our days, a time where the damage caused to the planet is so great that it threatens the very life of our species.
Fortunately, it seems that after such a long time we are realizing that we must change our lifestyles. Step by step a sensibility has been growing where we have been rethinking the need to maintain a holistic thinking, which among other things means to understand that without the care of nature we are lost.
However, there is still a long way to go before this sensitivity becomes part of what we call common sense. We still see how people act with an absolute lack of awareness of the impact their actions have on the lives of all.
In my community, for example, we have a serious problem with garbage. The collection services do not come with the necessary frequency, and sometimes they only pass through the main road and do not penetrate the internal streets.
As a result, people have decided on their own initiative to turn an area at the entrance of the sector, in the middle of the public road, into a garbage dump. It is true that in that place the collection transports pass more frequently, but not enough for there to be permanent mountains of garbage there.
When I talk to my neighbors, many do not seem to understand the seriousness of the problem, that it is a source of disease and that it affects everyone's environment, humans and animals. They simply say that they can't do anything because they have to take the garbage somewhere, that they can't keep it permanently in their houses, which is not a lie.
I have tried to motivate them to see if we can find a way out with the authorities, but they are exhausted for such actions, since in the past they have not yielded results. So everyone solves their own problems by creating problems for others.
The truth is that I don't know what to do in this type of situation, I feel very helpless and frustrated. Deep down this behavior of my neighbors and the authorities is a sign of the great lack of awareness about environmental issues and everything that has to do with a holistic conception. In their minds there is an individualistic thinking that limits them to establish far-reaching connections.
Personally, I try to lead my life according to the holistic perspective. I understand that I am part of a broader context where my decisions and actions have an impact. And this has to do with the external world and the internal world.
On a more intimate level, I understand that my body and my spirit are also a unit, that I must pay attention to both so that they can be in harmony and balance. That is why I try to find activities to keep my body and mind as healthy as possible. I have learned to enjoy the simple things in life.
This is an issue that we must always insist on. My experience with my neighbors tells me that it is not easy to promote awareness of these aspects, but we must continue to insist.
Maybe at some point we will find the right method to make people understand that we are all part of a very large group. Even with those stumbles that I keep having with indifferent and inconsiderate people, I still think that most people are capable of changing and being better.
This is my entry for the excellent initiative proposed by the folks at @ecotrain. I invite everyone to share their views.
Thanks for your time.
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