Buenos días, tardes, noches.

Es un placer saludarles hoy, espero la estén pasando bonito. Estos días he estado demasiado irritante como para compartir con otras personas, no sé si les ha pasado y tampoco sé si está del todo mal, pero llega el punto en el que las personas tienden a agobiarme, y me convierto en alguien bastante molesta.

Me pasa normalmente, cuando tengo muchas cosas en la cabezas. Cuando el estrés, las deudas y ciertas conductas de terceros, saturan mi rutina, entonces me encuentro en el borde de un abismo a punto de saltar.

Para evitar que eso empeore, es necesario darme un tiempo a solas conmigo misma y evaluar mi pasado, presente y futuro. Después, cuando ya siento que todo está en su lugar, me reincorporo a mis actividades

Me gusta alejarme de todos, puedo pasar días son contestar mensajes (aunque con mi mamá es casi imposible) dormir lo necesario, darme baños de media hora, masajear mis pies, realizar afirmaciones (que debería hacer todos los días) cocinar y comer sano, darme cuenta que debo corregir para ser mejor y sobre todo pedirme disculpas, por colocarme en segundo plano de vez en cuando, sólo por complacer a otras personas.

En este año es mi segundo colapso, y sinceramente, desde la primera vez, creí que no se repetiría, pero mi rutina es bastante apretada y necesito encontrar un equilibrio, hacer que funcione.

También debo acotar que mi mascota me hace muchísima falta, antes el era mi refugio, pero por motivos de independencia apresurada, pero muy necesaria, no pude traerlo conmigo.

He evaluado bastante mis cambios de humor, lo irritante que suelo ser. Hasta con personas a las que quiero muchísimo, y antes de causar un daño irreparable, he decidido invertir en un psicólogo este año. Quizá necesito terapia, hablar con un experto, que me dé una perspectiva diferente y realista de lo que me ocurre, pero... Mientras puedo ahorrar dinero para la consulta, porque ese tipo de servicios son pagos aquí en Venezuela, y mi sueldo de creadora de contenido, me alcanzaba solo para lo básico. Trataré de apegarme a un plan obligatorio que estructuré en mis días de "reposo".

1- DEBO COLOCARME COMO PRIORIDAD SIEMPRE:
No puedes hacer algo que no te gusta, que no te hace feliz por complacer a otras personas, o disimular que las cosas no te afectan, cuando estas a punto de explotar porque es un peso muy grande para cargar y termina reventando de la peor manera.

2- CONTINUAR CON LAS AFIRMACIONES DIARIAMENTE:
Es importante agradecer lo que tienes, así podrás estar lista para lo que viene, hasta que estés totalmente convencida de lo brillante que eres y lo mucho que tienes para dar. Somos energía, y eso transmitimos. Entonces dedicate a ser la más radiante luz✨

3- DEJARME TIEMPO:
Sin importar que tan agobiante sea el día, siempre debo dejar tiempo para mi, aunque sean 5 minutos para tomarme un té, realizar mi rutina de skincare, masajear mis pies, escribir algún pensamiento o leer alguna historia fantástica. (Tengo muchos libros pendientes)

4- PENSAR MUY BIEN ANTES DE ACTUAR:
La mayoría de mis inconvenientes o malas decisiones, se deben a que actúo por impulso y suelo ser algo "indomable".

5- ESCUCHAR:
Antes presumía de lo buena que era escuchando a mis amigos y dando consejos, pero últimamente estoy muy a la defensiva, y no dejo que nadie entre. Cada persona tiene un conocimiento increíble por aportar y debo tomar las sugerencias de forma más positiva.

6-NO AGACHAR LA CABEZA:
Jamás, te sientas menos. Sobre todo, jamás le permitas a nadie ser los protagonistas de TÚ historia.

7- VIVIR:
Últimamente he estado tan ocupada, pensando en lo que quiero ser en unos años, o donde quiero estar, que estoy gastando días valiosos, que sin duda no volverán. Y cuando las cosas no resultan como lo esperaba, entro en un total colapso y sinceramente me cuesta un poco, salir de ese shock emocional de fracaso.