Concurso de literatura La Abeja Obrera | La culebrilla de Angel Moreno

CULEBRILLA.png

Imagen editada y tomada de Pixabay

LA CULEBRILLA DE ANGEL MORENO BY @PELULACRO

Como todos los días, Angel Moreno, se levantó antes de que saliera el sol. Sintió un escozor en la espalda y no pudo evitar rascarse.

-Déjame verte la espalda. ¿Por qué te rascas tanto?- Dijo su mujer que venía detrás de él- -¡Ay Dios!; tienes unas ronchas en todo el centro de la espalda- Vamos a lavarte bien con jabón- Dijo.
-¿Qué te pasa hombre, te vas a poner cobarde ahora?- Dijo la mujer porque Angel gritaba.
-Es que pica y también me duele, es un calor que viene de adentro-Dijo.
-Bueno, Lucinda viene mañana, y te verá eso; a lo mejor se mejora con unas compresas de agua tibia o con ponerte ceniza con manteca de cochino; le voy a preguntar a Socorro qué puede sanarte- Dijo Maigualida.
-No sé mujer; lo que sé es que debo terminar de sacar los racimos de cambur y la yuca; hoy viene Romualdo a ayudarme.

El hombre tomó café y guardó el desayuno en el porsiacaso y partió rumbo al campo en compañía de Romualdo. Angel regresó temprano a su casa porque no aguantaba el malestar en la espalda. Su esposa había llamado a Socorro la sanadora. Socorro le quitó la camisa al hombre y abrió los ojos y se persignó.

-Es una culebrilla que se está desarrollando- Diagnosticó con toda seguridad- Hay que atacar para evitar que se junten la cola y la cabeza- Sentenció.
-¿Y qué pasa si se juntan la cabeza y la cola?- preguntó Angel.
-Eres hombre muerto Angel; pero yo te sacaré el maleficio. Hay plantas medicinales pero las oraciones tienen un gran poder milagroso.

natural-medicine-ge0784041b_640.jpg

Imagen tomada de Pixabay

Lucinda, hija de Angel y Maigualida, era enfermera y trabajaba en el hospital de Cumaná. Romualdo logró comunicarse con ella y le dio la noticia del problema de su padre. La muchacha consultó con su Jefe qué tratamiento era el indicado para la culebrilla; el médico le recomendó Aciclovir cada 12 horas por 10 días pero ordenó que trajera a su padre al hospital para examinarlo.

Cuando Lucinda llegó a su casa encontró el escenario de la sanación: Velas encendidas, imágenes de varios santos, su padre sin camisa sentado en un taburete y Socorro, caminando alrededor de su padre, iniciando el rito:

“Te pido permiso Dios todopoderoso, Cristo Jesús y María Santísima, te pido la santa potestad divina para utilizar mis manos pecadoras como instrumento de sanación. Así como le diste la potestad a tus apóstoles porque la palabra es viva y eficaz. Dame el don divino de la sanación para poder sanar y bendecir a mi prójimo en el nombre de Cristo Jesús. Amén, amén, amén. Dame la fe, la esperanza y la caridad viviente para poder hacer esta curación”.

De inmediato, Socorro inició oración del Credo, seguida en la oración por los presentes: Maigualida, Romualdo, un compadre de Angel y la propia Lucinda que se sumó al grupo, aunque en su bolso llevaba los medicamentos indicados por el Doctor.

guardian-angel-gb7039af7b_640.jpg

Imagen tomada de Pixabay

puntos azules.png

  • Separadores elaborados en Canva
  • 100% contenido original

puntos azules.png

Pelulacrohive.png

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
9 Comments
Ecency