Hoy les ofrezco esta carta de amor hecha de mi propia letra, basada en un amor dramático, en el cual muchas personas como yo, lo han vivido, espero que les guste. pero antes les anuncio una breve información.
El drama fue inventado en la antigua Grecia con el objetivo de dejar claro el carácter inevitable de determinados acontecimientos de nuestra vida. Episodios en los que no tenemos fuerzas, que nos llegan sin importar lo que queramos o lo que nos convenga. Y eso también nos suena a amor.
Y aunque el drama parece tener connotaciones muy negativas en este momento, defino los amores dramáticos en función de su concepto original, que bien puede ser una tragedia, como una comedia o, más frecuentemente, una tragicomedia. Porque hay pocos amores intensos que no hayan pasado por un periodo cómico, otro trágico y finalmente hayan acabado en una tragicomedia de la que podemos extraer lo positivo y lo negativo.
Para que nos hagamos una idea de lo que realmente significa un amor dramático, podemos pensar en todas esas canciones románticas, esas coplas que cantaba el más grande, el Jurado, donde cualquier sentimiento dejaba de ser mundano y cotidiano para volverse penetrante.
Y como me encanta escribir poemas o cartas de amor, en mi blog no podía faltar este amor dramático, escrito de mi propia mano.
¡Hola mi vida!
Porque eres mi vida, o quien te da sentido, quien viene a ser lo mismo; porque vivo por ti, porque muero sin ti o porque no puedo vivir sin ti; por eso te escribo esta carta, porque necesito decirte que te amo tanto.
Y necesito tenerte cerca además de respirar, recuerdo cada día esos momentos felices en los que tu abrazo me dio seguridad, en los que tus besos me dieron confianza y en los que tus caricias me dieron vida.
Esos momentos en los que tus gestos me decían que me querías, que nunca pretendías irte y que siempre, siempre, compartiremos esta felicidad.
Pero esos gestos eran mentiras, los besos, las caricias, los susurros y hasta los abrazos eran mentira y no me di cuenta hasta que ya era tarde, hasta que ya empezaste a mentirle a otro y simplemente me dejaste ver la realidad.
Que eres incapaz de amar y la verdad es que prefería vivir en la ilusión; aunque fuera mentira.
Ahora que sé la verdad, ahora que sé que nunca me has amado, que nunca me amarás porque sólo puedes amarte a ti misma, resulta que nada ha cambiado.
Que sigo muriendo por ti, que sigo esperándote cada día, que te necesito como siempre y que te amo aún más.