Promising young woman (Película): el hermoso rostro de la venganza

Nominada al Oscar a Mejor Película

Todos los años intento ver las películas nominadas a los Oscars y trato de hacer mis predicicones, no como si fuera una lotería o una apuesta, sino por jugar a ver si lo que yo reconozco como buen cine o buenas actuaciones, coincide con los criterios de la academia cinematográfica más importante en el mundo. Esa es la razón por la cual he estado viendo esta semana algunas de las nominadas a Mejor Película y esta cinta es una de las que más llama la atención del listado.

Promising young woman, traducida en España como Una joven prometedora y en Latinoamérica como Hermosa venganza (una vez más las traducciones latinas haciendo de las suyas) es la historia de Cassandra Thomas, "Cassie", interpretada por Carey Mulligan, una joven que a sus treinta años aún vive en casa de sus padres (algo inusual y condenable para la sociedad norteamericana) y trabaja en una cafetería tan modesta como su sueldo. No tiene amigos, ni parejas ocasionales; sin embargo, Cassie llega de madrugada casi todas las noches porque lleva una secreta vida nocturna, ¿Es una prostituta? No, aunque sí se disfraza al salir. ¿Es una policía encubierta? Tampoco, aunque sí persigue a cierto tipo de criminales. Entonces, ¿qué va a buscar Cassie a los bares por la noche? Fingiendo estar ebria, se deja conducir a casa de hombres que intentan aprovecharse y tener relaciones sexuales con ella. Una vez en el lugar, actúa sobria y les da su merecido. Cassie es un Ángel vengador.

Aunque a algunos les gustaría la idea - sé que sí - de que Cassie asesinase o mutilase a estos sujetos, no lo hace. No es ese tipo de película y ella no lo necesita. Apenas al pasar de ebria a sobria, los individuos que segundos antes deseaban llevársela a la cama, se arrepienten, se acobardan y le piden que se vaya. Con más, o menos palabras, según se el caso, ella los abandona con la sensación de duda, al menos, ante la posibilidad de volver a hacer algo así.

Así pasan los días de Cassie, entre su casa, su trabajo y sus escapadas nocturnas, hasta que se topa con Ryan, un cirujano infantil a quien conoció en la facultad de medicina cuando ella aún asistía allí. No sólo la apariencia y la profesión de Ryan son soñadas; también es un caballero y decide no apresurarse con ella para tener sexo porque le gusta, la quiere y quiere tener una relación estable. Prince charming indeed. Así avanza la película, con ese romance de un lado y la doble identidad de la protagonista hasta que, en una conversación cualquiera, Ryan menciona a Al Monroe, un ex compañero de clases de la universidad que tiene una enorme deuda con Cassie, ¿qué fue lo que hizo? no responderé a eso; ¿qué piensa hacer Cassie para cobrar esa deuda? tampoco lo voy a revelar. Siento que ya he contado demasiado de la trama y quiero dejarles algunas sorpresas para cuando la vean.

El personaje y la interpretación de Carey Mulligan son memorables. Tanto como la escena en la que la vemos con una peluca de muchos colores, vestida de enfermera, a punto de cometer una de sus venganzas. Acostumbrado a verla en papeles más serenos, siendo más joven, o más románticos (An education, The great Gatsby, Never let me go, Drive) y casi siempre como la damisela que debe ser rescatada, me sorprendieron dos cosas de este papel de Cassandra Thomas. La primera, que se ve mayor (¿en qué momento pasaron los años para ella?) y la segunda es que la actriz lo hace muy bien en todas las facetas de la protagonista. Dulce con su novio, sarcástica con sus padres y su jefa, dura, ebria, vengativa, sobria, dominante, sumisa, pretendiendo, triste, el guión le permite a Mulligan demostrar un abanico de emociones, sensaciones y un carácter polifacético y completo.

Promising young woman tiene 5 nominaciones a los premios Oscar y estoy de acuerdo con todas. Este thriller vengador es más real y está mejor escrito que Revenge y estéticamente tan bien logrado como aquel. La dirección y el montaje son de primera, tanto como la actuación de Mulligan. Pero creo que el centro del éxito se debe al guión (divertido, oscuro, intrigante), no sólo a lo que cuenta sino a cómo lo hace y a saber manejar la tensión de inicio a fin, revelando de a poco los elementos esenciales del comportamiento de Cassie. Además, plantea una situación que es y ha sido más y más denunciado durante los últimos tiempos: un hombre no debe aprovecharse de una mujer bajo ninguna circunstancia.

Aunque esté ebria, al borde de la iconsciencia, aunque ella misma haya decidido ingerir todo el alcohol que se ha bebido, si no desea tener sexo o si no puede expresar su aprobación, no se debe forzar a ello. Eso es una violación. Aunque dentro de su ebriedad ella haya querido tener sexo y lo haya consentido, no está bien filmarla, fotografiarla, o exponerla ante terceros. Eso también es una violación. Existe un arraigado concepto arcaico y machista que entiende por violación el ataque sexual de un desconocido en un callejón oscuro, o el abuso sexual de una pareja que físicamente agrede a cambio de sexo; pero la verdad es que existen muchas más acciones y escenarios. Cuando un hombre le extiende alcohol a una mujer, lo suficiente para que ella pierda la consciencia (más grave aún si le pone algo en la bebida) está tomando ventaja sobre un ser vulnerable que no tiene la consciencia ni la fuerza para oponer resistencia. Tener relaciones sexuales con una mujer que no está consciente, también es una violación y creo que esta película expone muy bien ese tema que debe ser no sólo mostrado sino entendido por la sociedad.

Volviendo a la pantalla, el final de la película es el que tenía que ser. Siento que, a diferencia de otras películas que se desinflan en la última parte (como I care a lot) la historia de Cassie no podía acabar diferente. Sentimos un regusto a justicia, hay violencia, un crimen, una venganza, una tragedia, pero la sombra del castigo se ciñe sobre los culpables. En mi opinion, todas las mujeres deberían ver esta película y todos lo hombres deberían verla, al menos, dos veces.

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