![Mairene 1.jpg](https://images.hive.blog/DQmTe77KQEn1R7Qf1XA8kjiAwTxgKQHLugHrMsJGGCdrgni/Mairene%201.jpg) (Imagen diseñada por mi en canva) ![Imagen1.png](https://images.hive.blog/DQmcsUumTBjVJod8CUhF96Bc4waMBNwSRee6sTc1D23MfuH/Imagen1.png)

Pasó un mes desde que Jack se marchó. Bernardette había tratado de lidiar con su tristeza, ocupándose en el papeleo del traslado de los animales al refugio. Los osos, leones y elefantes, ahora podían sentir al santuario para animales «Liberté» como su nuevo hogar. La chica también concentró su atención en el circo ya que éste había vuelto a abrir sus puertas al público, aunque anunciando las últimas funciones en esa ciudad. Pero lo que más la tenía ocupada y hasta emocionada, era la tarea de ayudar a Luna en los últimos detalles de su boda que se llevaría a cabo ese mismo día.

Ella suspiró con pesadez mientras acariciaba las inmaculadas crines de su caballo Pegazzo, tratando de no pensar en Jack, cuya ausencia se notaba ese día más que nunca entre el barullo que formaban los gitanos con sus cánticos en medio de la preparación de la fiesta. Pese a su aparente elitismo y arrogancia, Jack siempre había disfrutado mucho de las fiestas gitanas. Bernardette volvió a respirar hondamente y se prometió no llorar, no iba a arruinar un día tan especial. De pronto, sintió que alguien le tocaba la espalda y al volverse, se llevó una grata sorpresa, alguien a quien apreciaba, había regresado...

—¡Patrick! —exclamó Bernardette con entusiasmo mientras lo abrazaba—. ¡Qué alegría! Has vuelto.

—Bueno... no exactamente —contestó él correspondiéndole el gesto—. Estoy invitado a la boda.

—¡Ah, qué bien! ¿Cómo están tus padres?

—Bien... bueno, no te voy a negar que la noticia de que Leonard en realidad fue asesinado los afectó tanto como a mí, pero... ya lo van superando.

Un par de niños gitanos pasaron por su lado, llevando consigo sendos ramos de flores, y un poco más adelante, D'Artagnan les salió al paso, alborotándoles el cabello, luego se acercó a Patrick y Bernardette.

—¡Qué alegría volver a verte, amigo mío! —exclamó el payaso dándole un caluroso abrazo al recién llegado con dos palmadas en la espalda—. Llegas a tiempo para presenciar la boda de nuestra querida Luna ¡Ah! Y para enterarte de las últimas novedades.

—¿De qué se trata? —inquirió Patrick con curiosidad.

Bernardette notó que, pese a que ahora tenía mejor semblante y era más comunicativo, sus ojos verdes seguían siendo tristes.

—La Fantaisie está completamente renovado —comenzó a explicar D'Artagnan, emocionado—. Ahora seremos también una escuela de circo y equitación, y lo mejor de todo... también presentaremos obras, así que eso nos convertirá en un teatro ambulante ¿puedes creerlo? ¡Un teatro!

—Eso suena interesante ¡Felicidades Bernardette! —respondió con sinceridad Patrick, dándole una palmadita afectuosa en el brazo a la chica.

—Gracias —respondió ella sonriendo—, y eso no es lo mejor de todo ¡Vamos, D'Artagnan, cuéntale!

El payaso se aclaró la voz e hinchó el pecho lo más que pudo para fingir fanfarronería.

—Estaré a cargo de las obras —dijo con rimbombancia—. Seré actor y director. Ya verás, Berni, será genial, llevaré a cabo todas las técnicas del gran Stanislavky.

—Pues ¡felicidades a ti también! —volvió a ponderar Patrick—. Es lo que siempre quisiste, ¿no? Recuerdo que cuando trabajabas en el circo de mi familia, siempre vivías leyendo obras como: «Hamlet» «Romeo y Julieta» «El quijote» y decías que algún día llegarías a representarlas.

—Sí, es un gran actor —afirmó Bernardette—. Yo lo he visto en los monólogos que ha hecho en las plazas de todas las ciudades y pueblos que visitamos.

—¡Oye, D'Artagnan! —gritó su hermano Athos a lo lejos—, ayúdame con la alfombra, es muy larga y pesada ¡Cielos, Patrick, ¡Bienvenido de vuelta!

—Gracias, aunque no he venido para quedarme, solo estoy invitado a la boda

Cuando Bernardette y Patrick volvieron a quedarse solos, ella se dedicó a prestar más atención a lo que sentía y notó que, efectivamente, el joven domador ya no causaba el mismo efecto en ella, y esa sensación de alguna forma la hizo sentir fuerte y hasta triunfadora.

—Que bueno que hayas decidido presentar obras de teatro itinerantes además de las funciones circenses, D'Artagnan luce feliz —dijo Patrick mientras él y Bernardette se ponían en marcha hacia el lugar de la celebración.

—¡Si nos gusta, si nos hace felices, hagámoslo! Ese es nuestro lema ahora. En eso es en lo que quiero convertir a La Fantaisie, en una fuente de inspiración para los visitantes. Quiero que todos los artistas expresen lo que sienten, que nadie se quede con nada por dentro, que exploten sus talentos, por eso tenemos obras de teatro los fines de semana y funciones circenses los demás días, también ofreceremos clases para los que quieran aprender de este arte. Athos ofrecerá sus cuadros en una carpa que tendremos como galería de arte y... también decidí exponer las artesanías de Marccelo. Ya no le guardo más rencor, tuvo suficiente con su conciencia.

Patrick sonrió y se detuvo abruptamente.

—Eres una gran persona, ¿lo sabías? No solo estás permitiendo que tus artistas se expresen más allá de lo que saben hacer, sino que también me exhortaste a mí a tomar una decisión definitiva con mi vida.

Bernardette, que había estado mirando a los gitanos trabajar en la decoración de la fiesta, sintió que le dio un vuelco el corazón...

—¿Qué quieres decir?...

—No he olvidado tu carta —se apresuró a añadir el hombre—. Sí, la leí y no he dejado de hacerlo desde entonces. En ella me enseñaste tantas cosas y sobre todo... que no debo coartarme a mí mismo, y por eso he tomado una decisión —hubo un breve silencio y después Patrick continuó—: Entré en la universidad.

—¿Eres universitario ahora? —inquirió Bernardette con emoción.

—Sí, estoy estudiando para ser veterinario.

—¡Vaya! Eso es genial, Patrick, me alegro tanto por ti.

—Te lo debo a ti... tú me exhortaste con todas las cosas que me dijiste en aquella carta.

—Pero tú nunca...

—Lo sé, nunca te dije nada, yo era... bueno quizá sigo siendo muy cerrado, pero todo lo que ocurrió me hizo entender que la vida puede ser más corta de lo que creemos, y por lo tanto no debemos perder el tiempo. Tus palabras me alentaron y aunque te lo diga tarde, debo agradecerte.

—No hay de qué, Patrick, lo hice porque te aprecio en verdad y... me alegra que ahora hagas algo que te hace feliz.

—¡Creo que ya es hora! —dijo Danitza al pasar junto a Bernardette y Patrick (ella ya había saludado al muchacho anteriormente)—. Ya Luna está lista.

Todos se dirigieron a presenciar la boda de Marcel y Luna. La madre del joven galeno, Francine, solo había asistido a la ceremonia eclesiástica pues, de ninguna manera estaría dispuesta a asistir al ritual gitano que la tribu tenia preparado. En la iglesia, la mujer procuró sentarse en el banco más alejado de Rosbespierre, pues éste había asistido con Amélie, lo que desató las habladurías de muchos de los habitantes que, vale acotar, habían sido invitados por él mismo. Dafne se sentó radiante junto D'Artagnan en los bancos que ocupaba la gente del circo.

De vuelta en La Fantaisie, la ceremonia gitana estuvo regia y todos disfrutaron de ella, incluso Rosbespierre que no pudo evitar divertirse ejecutando, aunque con torpeza, algunas danzas tradicionales romanies.

—¡Oye, Patrick! Me ha dicho D'Artagnan que te marcharás mañana mismo por la mañana —dijo Bernardette con pesar—. ¡No lo hagas! Mañana es el último día de La Fantaisie en París... bueno, en realidad nos marcharemos de Francia, después de la función desmontaremos la carpa y partiremos a Londres.

Patrick sonrió.

—No me marcharé hasta después de la última función —dijo levantando la mano derecha en señal de juramento—. Berni, ya lo sé, tú también has decidido ser lo que más querías. María me lo reveló para que no me marchara, descuida.

Ella sonrió, complacida.

—Sí, mañana debutaré como alambrista, cumpliré mi sueño al fin.

![trapecista.jpg](https://images.hive.blog/DQmVTbcTg8Wz2cUo6H8i4LcYrJZGEA9xVCxZZbLA2QMjjae/trapecista.jpg)

Al día siguiente, La Fantaisie estaba más que nunca a reventar de audiencia. El público parisino se moría por ver el debut de la nueva propietaria del circo, la chica a la que el dueño anterior había querido asesinar debajo del templo.

La banda tocaba, las luces estaban sobre el escenario y las miradas se posaban sobre el telón, esperando a que se abriera. Detrás de éste permanecía Bernardette con el corazón palpitándole con violencia. Muchas veces salió al escenario a divertir al público pero más bien como un elemento de adorno, ahora había llegado su momento de brillar como estrella, de salir al escenario como protagonista y no como complemento del número de alguien más, había llegado al fin el momento de demostrar, y sobre todo de demostrarse a sí misma, que tenía talento.

Cerró los ojos y, suspirando recordó las muchas veces que había ensayado el número que estaba a punto de ejecutar. María, por debajo de ella siempre le daba instrucciones:

![image.png](https://images.hive.blog/DQmeERUgzmXteoR6nzio8QDhwun2mjJ64UEriyLPLKg4EUh/image.png) [Fuente](https://sp.depositphotos.com/stock-photos/equilibrista-circo.html)

«Levanta la cabeza» «Un pie delante del otro» «Sostén la pérstiga con determinación y sobre todo, mantén los ojos al frente»

Con las manos separó un poco el telón, abriendo una pequeña hendija por la cual podía ver a los cientos de asistentes, mientras Gastón la anunciaba.

Ese momento era real, no era uno más de sus ensayos, ya no escucharía más un: «no puedes hacerlo» «No tienes el talento de tu madre» o «Solo sirves como adorno».

—Debutando en el último día de La Fantaisie aquí en París —comenzó Gastón—. ¡Llega Bernardette, la magnífica!

Ella esbozó una sincera sonrisa al quedar a la vista del público luego de que abrieran el telón. Su corazón palpitaba con más intensidad, pero era una sensación agradable. Se encomendó al señor, apretó con la mano derecha aquel dije que le regaló ese vagabundo que conoció por casualidad en la plaza de Trocadero, y con garbo salió al escenario.

Una luz intensa se posó sobre ella, arrancándole destellos a las lentejuelas doradas y escarlatas que, junto con las plumas del traje, la hacían parecer un ave fénix porque así era como se sentía. Había muerto y vuelto a nacer, estaba fortalecida y bendecida, no había palabras en su boca para describir cuán feliz y agradecida se sentía con Dios.

La banda tocó con más intensidad mientras el público la ovacionaba, y ella miró por instinto hacia el palco donde solían sentarse los artistas a contemplar a los colegas. Al hacerlo, el corazón de Bernardette dio un vuelco dentro de su pecho.

Parpadeó un par de veces para asegurarse de que la adrenalina y la lejanía no le estuvieran jugando una broma a sus ojos. Enfocó de nuevo la mirada sobre el palco y allí, junto a María que la miraba con orgullo y detrás de los mosqueteros, se encontraba Jack Robinson, transmitiéndole seguridad con su sonrisa, apoyándola con su presencia mientras le decía palabras de aliento que ella no alcanzaba a escuchar por la distancia y los aplausos.

—¡Jack está aquí! —susurró la muchacha bajando la mirada, sin poder contener una sonrisa de felicidad y el temblor de sus manos.

Bernardette entonces caminó con gracilidad hacia una escalera que colgaba en el medio del escenario y, con mucha determinación, subió por ella hasta la plataforma que normalmente utilizaban los trapecistas. Allí se empolvó las manos con yodo, tomó la larga pérstiga que reposaba sobre la plataforma y se colocó en posición al tiempo que la banda dejaba de tocar para ayudarla a concentrarse.

—¡Quince metros de altura! —anunció Gastón—, y sin malla de protección, cualquier movimiento en falso, cualquier error podría costarle la vida a la hermosa chica.

![image.png](https://images.hive.blog/DQmcVGs4Aov8kmV6sAHBPq6fJoFFr4zxVAmyL1N8ReyDxLU/image.png) [Fuente](https://www.elperiodico.com/es/yotele/20201229/hoy-tv-hugh-jackman-gran-showman-telecinco-11425605)

Bernardette no pudo evitar el recuerdo de su madre cayendo de la misma altura. Un escalofrío la recorrió desde su nuca hasta la zona lumbar, pero ella no iba a dejarse vencer por aquel terrible recuerdo. Su madre lo habría logrado aquella noche como lo había hecho tantas otras, de no ser por Fabrizzio, pero él ya no estaba allí, ya nadie podía hacerle daño.

Alzó pues la mirada, sostuvo con determinación la pérstiga y dio un paso al frente. Podía sentir la tensión del alambre bajo sus zapatillas, no había ninguna red de protección que la contuviera en caso de perder el equilibrio, pero siguió avanzando, sintiéndose ligera y libre porque estaba haciendo lo que más amaba, lo que siempre quiso hacer.

El alambre se tambaleó un poco a medida que avanzaba, pero la pérstiga hizo su trabajo y la mantuvo estable.

—¡Ahora verán una sombrosa muestra de equilibrio! —anunció Gastón con su voz fuerte que remarcaba y exageraba las palabras al pronunciarlas.

Cuando Bernardette llegó a la mitad del recorrido del alambre, sin soltar la pérstiga, deslizó el pie derecho al frente y el izquierdo detrás mientras descendía con lentitud hasta tocar el alambre con la pelvis.

—¡Un perfecto Split! —dijo el maestro de ceremonias, explicando el nombre de la hazaña, mientras el público aplaudía maravillado.

Bernardette, asombrosamente mantuvo la pérstiga sujeta solo con una mano, con el objetivo de utilizar la otra como punto de apoyo en el alambre para reacomodar las piernas, quedando sentada sobre él, posteriormente recuperó su posición inicial, es decir, de pie.

Al incorporarse, hizo gala una vez más de su asombrosa habilidad al levantar la pierna izquierda y echarla hacia atrás, con lo cual su torso se inclinó hacia delante y ella quedó a quince metros de altura sostenida solamente con su pierna derecha, luego volvió a ponerse en marcha hasta llegar a la plataforma al otro extremo del alambre, arrancando los vítores del público. Sin embargo ella, después de asentir con reverencias, volvió a afirmar la pérstiga, desandando el camino hasta llegar a la plataforma inicial.

El público estaba enardecido, los aplausos y vítores retumbaban entre la lona de la gran carpa, pero su júbilo no era nada comparado con el que Bernardette sentía dentro de sí. Estaba plena, viva y sobre todo victoriosa, pues había vencido sus propias inseguridades y miedos.

Ella descendió por la misma escalera por donde había subido al tiempo que la banda comenzaba a tocar una fanfarria. Bernardette alzó la mirada y halló a sus amigos en el palco, ovacionándola de pie entre el público.

María se secaba las lágrimas de orgullo y se pudo escuchar con claridad a pesar de la bulla, los gritos de Renzo y Danitza desde el palco...

—¡Ole! ¡Ole!

Bernardette hizo una grácil reverencia para agradecer todo el apoyo, y con la misma elegancia y una sonrisa, se dirigió de nuevo al telón.

El público no solo estaba enardecido y maravillado, también conmocionado porque al día siguiente, La Fantaisie levantaría la carpa y se marcharía de París.

Bernardette se retiró a su carpa para cambiarse de ropa mientras Gastón despedía al público, pues el número de ella había sido el último.

—¡Está aquí! —susurró Bernardette.

![image.png](https://images.hive.blog/DQmTB2JartpyVaMfJHq9dFNWSmCQ8bZXbNaci8i9JsHG99u/image.png) [Fuente](https://www.pinterest.jp/pin/120682465002001659/)

Ella no podía dejar de asombrarse ante aquel nuevo sentimiento que experimentaba con respecto al otrora domador de caballos y elefantes. En otra época de su vida, el hecho de que Jack se marchara al igual que Fabrizzio, era motivo de celebración, pero ahora no podía negar que el día que Jack Robinson abandonó el circo rumbo a su país, la dejó sumida en una tristeza y melancolía insoportables que, a duras penas lograba disimular.

Ya no podía seguir negándose a sí misma que había extrañado muchísimo su presencia, la sensación de alivio y protección que llegó a sentir a su lado y hasta los comentarios que antes solían molestarla.

Fuera de su carpa todavía escuchaba las voces de las personas que se retiraban, y sus labios se curvaron en una incipiente sonrisa al prestar atención a lo que decían:

—Es una pena que el circo mañana comience a levantar la carpa, extrañaré su espectáculo.

—Sí, incluso sin animales feroces es todo un éxito. Adoré a esos perritos de la joven gitana.

—¿Y qué me dices del último número? Esa chica es muy talentosa.

Bernardette tomó un retrato de sus padres que descansaba sobre una cómoda y lo estrechó contra su pecho.

—¡Lo logré! —dijo.

![trapecista.jpg](https://images.hive.blog/DQmVTbcTg8Wz2cUo6H8i4LcYrJZGEA9xVCxZZbLA2QMjjae/trapecista.jpg)

Esa noche todos los artistas de La Fantaisie se reunieron en la pista para despedir con una fiesta la ciudad que al día siguiente dejarían atrás, incluso Rosbespierre y Amélie fueron invitados.

Bernardette salió al fin de su carpa cuando ya no quedaba ni un miembro del público en el circo. Todo estaba muy oscuro afuera, aunque el interior de la carpa principal estaba iluminado y provenía de allí un sonido amortiguado de música.

Ella comenzó a avanzar hasta allá cuando una voz conocida le habló, haciéndola sobresaltar.

—¡Felicidades, francesita!

—¡Jack! —susurró la mujer, deteniéndose en seco pero sin atreverse a dar la vuelta.

—Sí, soy yo —respondió él, rodeándola para mirar su rostro—. He regresado, lo hice la semana pasada pero no había querido venir aquí hasta este momento. Mantuve contacto con D'Artagnan, él me habló sobre tu debut. ¡Estuviste brillante!

—Gracias, me alegra que te haya gustado.

—Eres una gran estrella, tienes en verdad mucho talento y aunque nunca tuve el placer de conocer a tu madre, no tengo dudas de que debes ser igual a ella.

Bernardette respondió con una sonrisa, luego suspiró y, sin poder evitarlo, formuló la pregunta que había estado revoloteando en su cabeza...

—¿Lo has visto? ¿Has ido allí de nuevo?

Jack asintió, comprendiendo perfectamente a qué se refería ella.

—Está igual, solo piensa en Obéck y... me odia por haberlo decepcionado, pero desde luego yo no me arrepiento, de lo que sí me arrepiento y mucho, es de haberme dejado manipular por él, solo por ambición y ansias de poder. Él está enfermo de la mente, pero yo lo estuve del alma. Mi peor enfermedad fue la codicia y la arrogancia, eso es mucho peor de lo que tiene Fabrizzio.

Bernardette notó que sus ojos se tornaron vidriosos.

—Y lamento que por culpa de su locura hayan descubierto la logia masónica —continuó Jack—. ¿Supiste lo de la clausura del templo?

—Sí, el alcalde me lo dijo y es una pena porque, según me dijo él, lo más probable es que hubiese sido elegido como el próximo gran maestro. Estuve en la biblioteca y encontré algo sobre masonería. Son misteriosos y celosos de sus secretos sí, pero no son malas personas.

—Pero todo esto de la Orden de los Caballeros de Obéck perjudicó mucho a la orden ante los ojos de los demás —terció Jack—. La iglesia quedó horrorizada y expulsó todos los símbolos, clausurando el lugar. El alcalde Rosbespierre los recuperó, pero no creo que continúe con la orden, ya es una suerte que no lo hayan repudiado por haber formado parte de...

—Ha sido un buen alcalde.

—Sí, es cierto, incluso el dinero de las tenidas, es decir el dinero que recolectábamos en las reuniones de la orden, fueron destinados a muchas obras de las que él fue el mayor benefactor. Sé que hubiese sido un buen Gran Maestro, pero es mejor que continúe con su vida ya que ahora se lleva de maravilla con Marcel.

—Solo lo lamento por su ex esposa, Madame Francine —se compadeció la joven.

—He escuchado en el hotel donde me hospedo, que ella no la ha pasado nada mal. Sigue jugando canastas con sus amigas y además parece muy feliz e incluso aliviada de haberse deshecho de ese matrimonio hipócrita... ¡No me mires así! Son los comentarios de la gente, yo los escuché sin querer —aclaró el joven riendo.

De pronto hubo un silencio entre ambos que solo fue roto por el silbido del viento al pasar por los arboles, hasta que Bernardette se decidió a formular otra pregunta que la inquietaba.

—¿Tú sí retomarás la orden?

Él negó con la cabeza.

—Esa es una parte de mi vida que quedó en el pasado, ahora solo quiero mirar hacia el frente y seguir mi camino.

Ella esbozó una sonrisa triste.

—¿Volverás a Manchester?

Él asintió.

—Sí, de allá vengo, mi familia se alegró mucho de verme, pero no me quedaré allí.

Ella se encogió de hombros.

—Hmmm, al menos estaremos más cerca porque la próxima plaza que visitará La Fantaisie, será Londres —dijo la mujer.

—Lo sé —respondió Jack, sorprendiéndola—, no olvides que D'Artagnan me ha mantenido muy bien informado. No sé si lo has captado pero... yo regresaré a mi país.

Bernardette sintió un rayo de esperanza.

—¿Quieres decir qué?...

—Que regresaré a mi país junto a La Fantaisie... Si me lo permites, desde luego. Ya sé que ya no hay elefantes, pero todavía están los caballos y ellos son precisamente mi especialidad. También sé que ahora habrá una escuela circense y un teatro, ¿no es así?

—Así es, Jack, y yo estoy encantada de recibirte nuevamente —respondió la joven.

—Oye, Berni... bueno, si es que también me concedes la dicha de llamarte así.

—Desde luego —respondió ella con total sinceridad.

—No sabes cuánto lamento haberme comportado como un perfecto idiota desde que llegué a La Fantaisie... en realidad desde antes —comenzó a excusarse Jack mientras se rascaba la cabeza.

—Lo sé, Jack, ya me lo has dicho...

Él puso un dedo sobre los labios de Bernardette para hacerla callar.

—Lo que más lamento es haber labrado yo mismo ese abismo entre los dos. Tejí con cuidado, como tantas veces lo hice con otras mujeres, una red para atraparte y... no sé como lo hiciste, pero fuiste lo suficientemente astuta como para envolverme en ella y revertir mi plan, dándome así un trago de mi propia medicina.

El ruido vibrante que emitió uno de los postes de soporte de la carpa principal al caer al piso, distrajo por un momento su atención mientras los trabajadores enrollaban la carpa y trasladaban cables hacia los vagones del tren, pues la fiesta se llevaba a cabo en el interior de la carpa principal aunque ésta estuviese en proceso de desmontaje. Jack volvió a posar sus ojos grises en los azules de ella y continuó.

—Caí en mi propia red, no pude evitarlo, francesita, me enamoré de ti.

Bernardette sintió las mejillas arder y dejó escapar una sonrisa más amplia. Jamás lo habría creído antes, pero su intuición infalible le dijo que Jack hablaba con la verdad, después de todo lo que habían pasado, después de todo lo que ambos habían evolucionado, demostrándose a sí mismos que eran lo suficientemente fuertes como para vencer cualquier opresión, algo en su interior le dijo que Jack hablaba con sinceridad, que había dejado la arrogancia muy atrás, quizá debajo del templo o en el manicomio junto a Fabrizzio Buonarotti. Éste era un Jack diferente, renacido y más fuerte, como ella.

—Yo jamás pensé que este día llegaría pero... creo que tengo que decirte que te comprendo —reconoció Bernardette.

—¿Qué? —inquirió Jack, visiblemente sorprendido—. ¿Qué has dicho?

—Que siento lo mismo por ti.

—¿Estás hablando en serio, francesita? —preguntó con una gran sonrisa, sin poder dar crédito todavía.

Bernardette asintió, sonriendo también.

—Pues entonces no se hable más —dijo Jack y sin pensarlo dos veces la tomó por la cintura, la atrajo hacia él y la besó en los labios.

Bernardette, por su parte, rodeó el cuello de Jack con los brazos y se dedicó a disfrutar el momento hasta que una voz familiar los hizo separarse...

—¡Ole, ole y ole! —exclamó Renzo, muy risueño—. Quién lo diría, ¿no?

Ambos se separaron ruborizados, pero con una sonrisa en sus rostros.

—Me mandaron por ustedes —continuó el joven gitano—. La fiesta empezó hace mucho.

![trapecista.jpg](https://images.hive.blog/DQmVTbcTg8Wz2cUo6H8i4LcYrJZGEA9xVCxZZbLA2QMjjae/trapecista.jpg)

Al día siguiente, a eso del mediodía y después de trabajar toda la noche, la carpa principal había sido desmontada y abordada en el tren del circo. A la hora del ocaso también lo habían sido las carpas individuales.

La mayoría de los artistas estaban ya en la locomotora y desde sus asientos decían adiós con la mano a los ciudadanos que se habían congregado para despedirlos en el terreno ya vacío. Luna y Marcel con lágrimas en los ojos se despedían de Branco, María y Renzo. La familia permaneció abrazada por largo rato.

—Les prometo que iremos a visitarlos muy seguido —dijo Marcel cuando se separaron.

—Sí, más les vale, ¿eh? —contestó María secándose las lágrimas, luego miró a su hija y le preguntó—. ¿Será que sí logras adaptarte de nuevo a la vida de los payos, Julieth?

Luna abrió los ojos en señal de sorpresa y comenzó a reír.

—¡Mamá! Hace mucho que no me llamas por mi verdadero nombre. Sí, me he adaptado muy bien, aunque jamás dejaré de ser una gitana de corazón.

—Y yo jamás se lo permitiría porque me enamoré de ella siendo una gitana —saltó Marcel divertido mientras la abrazaba con cariño.

—Pero para mí siempre será mi Luna —dijo su madre, volviendo a abrazarla—. Los extrañaré muchísimo, no dejen de escribirme.

—¿Julieth? —repitió Danitza divertida— ¿Cuál es tu nombre payo, Renzo?

—No soy un payo, ¿para qué quieres escucharlo? Soy Renzo, nada más.

—¡Vamos! ¡Ohhhh, vamos María! ¿Podría decírmelo usted?

Ella rió.

—Su nombre payo es Jean François, él mismo me lo dijo cuando llegó aquí.

—Es un nombre horroroso —protestó el muchacho mientras Danitza lo atacaba con besos en la mejilla.

—No te preocupes, mamá, les escribiré seguido y como dijo Marcel, los visitaremos cada vez que nos sea posible y donde quiera que se encuentren.

—Y más te vale que lleven a la hermana de Mrcel con ustedes —añadió riendo Branco al tiempo que señalaba con la cabeza a Dafne que permanecía prendida al cuello de D'Artagnan mientras sollozaba y él le decía que regresaría de vez en cuando.

—Claro, así lo haremos —respondió Marcel, encogiéndose de hombros.

Bernardette le dio un fuerte abrazo a su amiga Luna, a Marcel y a Dafne, y se despidió con la promesa de regresar, el circo volvería a brillar en esa ciudad algún día.

Finalmente tomó la mano de Jack y fue la última en abordar.

[Fuente]()

El tren comenzó a moverse y a traquetear, dejando con lentitud las afueras de París, mientras el público nuevamente vitoreaba, diciendo adiós con la mano. Estaba complacido como en las noches de espectáculo. Algunas personas hasta se secaban lágrimas de melancolía, el gran La Fantaisie había levantado su carpa, marchándose de París, no solo dejando vacío el enorme espacio que antes llenaba, sino una gran historia detrás de sí, porque detrás del telón es cuando se comienza a vivir, detrás de ese velo es donde se oculta la verdadera esencia de un artista.

![image.png](https://images.hive.blog/DQmR9CYYuKthg5ds4r3HMxYM5U2siYu4fdXbecF2PiG5tsi/image.png) [Fuente](https://www.pinterest.com/pin/537335799260928149/)

Fin.

![trapecista.jpg](https://images.hive.blog/DQmVTbcTg8Wz2cUo6H8i4LcYrJZGEA9xVCxZZbLA2QMjjae/trapecista.jpg)

Muchas gracias por todas su atención, amigos, por llegar hasta el final. La Fantasie ya levantó su carpa para seguir su viaje pero está muy agradecido de que hayan formado parte importante de su historia como público, un abrazo y nos vemos en otra oportunidad, el show debe continuar.

![Gracias por oír y apoyar mi cover (2).jpg](https://images.hive.blog/DQmQBZFh6dTShsdLHvosakieq9BJ758zint7E5UgeeT4Shm/Gracias%20por%20o%C3%ADr%20y%20apoyar%20mi%20cover%20(2).jpg) (Imagen diseñada por mi en canva) | | Capítulos anteriores | | | ------------ | ------------ | ------------ | | Cap 1[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-capitulo-1-el-gran-desfile)| Cap 2[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-capitulo-2)|Cap 3[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-capitulo-3) |cap 4[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-capitulo-4) |Cap 5[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-capitulo-5)|Cap 6[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-debut-en-el-trapecio)| |Cap 7[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-debut-en-el-trapecio)|Cap 8[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-capitulo-8)|Cap 9[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-un-nuevo-miembro-en-la-logia) | |Cap 10[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-el-pasado-de-patrick)| Cap 11[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-chantaje)|Cap 12[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-una-absurda-cita) | |Cap 13[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-bienvenue-a-la-fantaisie)|Cap 14[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-la-decepcion-de-amelie)|Cap 15[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-el-anciano-de-trocadero) | |Cap 16[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-jack-buonarotti)|Cap 17[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-obeck-el-dios-de-la-sangre)|Cap 18[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-que-oculta-esa-iglesia) | |Cap 19[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-el-herrero)|Cap 20[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-el-cuarto-blanco)|Cap 21[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-la-vision-de-janosh) | |Cap 22[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-el-funeral-gitano)|Cap 23[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-el-elegido-de-obeck)|Cap 24[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon) | |Cap 25[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-aun-no-es-el-momento)|Cap 26[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-la-tribulacion-de-patrick)|Cap 27[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-el-artesano-de-la-estacion-del-tren) | |Cap 28[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-la-fotografia)|Cap 29[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-un-importante-encuentro)|Cap 30[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/6ogn5s-detras-del-telon-un-importante-encuentro)| |Cap 31[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-el-rapto)|Cap32[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-el-sacrificio)|Cap33[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-una-noticia-inesperada)| Cap 34[Fuente](https://hive.blog/hive-179291/@mairene1/detras-del-telon-el-hospital-psiquiatrico)|

bethyjade